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Las estimaciones indican que los costos anuales de adaptación climática en los países en desarrollo podrían llegar a los $300 mil millones en 2030. Aún más, de no alcanzarse los objetivos de mitigación, el costo anual sumaría hasta $500 mil millones para 2050.

Los países en desarrollo ya están sufriendo pérdidas económicas relativas tres veces mayores que los países de renta alta debido a los desastres relacionados con el clima.

En 2021, la economía mundial repuntará con un crecimiento del 5,3%, lo que representa la tasa más dinámica en casi 50 años. Sin embargo, el repunte es extremadamente desigual según regiones, sectores y niveles de ingreso, según el Informe sobre el Comercio y el Desarrollo 2021 de la UNCTAD.

El mundo necesita una coordinación multilateral más eficaz. Sin ella, los esfuerzos de recuperación en los países avanzados serán perjudiciales para las perspectivas de desarrollo en el Sur y provocarán un aumento de las desigualdades actuales, según el Informe sobre el Comercio y el Desarrollo 2021 de la UNCTAD.

La elevada dependencia sobre las exportaciones de productos básicos ha aumentado en todo el mundo, lo que hace que dos tercios de los países en desarrollo sean vulnerables a shocks, tales como fluctuaciones importantes de los precios de los productos básicos.

Desde el comienzo de la pandemia del COVID-19 hasta mediados del 2021, los precios de los productos básicos aumentaron en toda la región, con impactos diversos en los países.

Alrededor del 64% de las economías en desarrollo dependen de la exportación de productos básicos, y la mayoría corre el riesgo de continuar en la senda de la dependencia de estos productos a menos que adopten una transformación tecnológica estructural.

Resolver los retos a los que se enfrenta este diverso grupo de naciones, en las que viven tres de cada cuatro personas, es fundamental para poner al mundo en una trayectoria de desarrollo más sostenible e inclusiva después de la crisis.

Personalidades destacadas se reúnen en el Foro de Comercio de la ONU 2021 para estudiar cómo garantizar una recuperación económica del COVID-19 que proteja el planeta y promueva el desarrollo inclusivo.

La UNCTAD apoya los esfuerzos para añadir valor a los subproductos del algodón en África oriental y meridional, con el fin de que el cultivo sea más rentable para los agricultores.