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Las remesas a los países más pobres podrían contribuir más a la ampliación y el empoderamiento de sus economías, según un informe de la UNCTAD


Comunicado de prensa
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UNCTAD/PRESS/PR/2012/037/Rev.1
Las remesas a los países más pobres podrían contribuir más a la ampliación y el empoderamiento de sus economías, según un informe de la UNCTAD
Se insta a los países menos adelantados a que busquen maneras de canalizar grandes flujos de dinero, sobre todo de origen privado (que aumentaron incluso durante la crisis financiera mundial), hacia la mejora de las capacidades productivas

Geneva, Suiza, 26 noviembre 2012
Los nacionales de los países más pobres del mundo que trabajan en el extranjero enviaron a su país de origen unos 27.000 millones de dólares en 2011. En un nuevo informe de la UNCTAD se recomienda que los gobiernos de esos países traten de emplear este vasto recurso —que en gran medida se destina directamente a las familias mediante transferencias privadas— para mejorar el alcance y las capacidades de sus economías.

El Informe sobre los Países Menos Adelantados, 20121, subtitulado Utilización de las remesas y los conocimientos de la diáspora para crear capacidades productivas, se publicó hoy.

El Informe dice que los 48 países menos adelantados (PMA) del mundo deben adoptar medidas, como mejorar los servicios bancarios y financieros nacionales, de modo que se disponga de un porcentaje mayor de ese dinero para la realización de inversiones, el establecimiento de pequeñas empresas y la creación de puestos de trabajo para poblaciones cada vez más urbanizadas que no pueden depender de la agricultura para su supervivencia. Señala que las remesas siguieron aumentando incluso durante la crisis financiera mundial – un factor importante últimamente, ya que los resultados de los PMA en su conjunto fueron peores en 2011 que en 2010, en anticipación de lo que iba a venir. Se prevé que las remesas sigan creciendo a mediano plazo.
El Informe añade que la migración procedente de los PMA ha adoptado una dimensión Sur-Sur en las últimas décadas: el 80% de los emigrantes de los PMA se dirigen a otros países en desarrollo. El destino de los emigrantes de los PMA varía según las regiones, pero la mayor parte de ellos van al Asia Meridional, el Oriente Medio y África.

En el Informe se insta a los gobiernos a que adopten medidas para reducir los costos de transferencia asociados al envío de remesas al país de origen, que a menudo alcanzan el 12% de la cantidad transferida, lo que supone aproximadamente un tercio más que la media mundial. Se calcula que en 2010 las remesas al África Subsahariana podrían haber generado una suma adicional de 6.000 millones de dólares para los receptores si los costos del envío del dinero no hubieran superado la media mundial.

En particular, el Informe recomienda que estos importantes flujos de dinero se encaucen efectivamente hacia la mejora de las capacidades productivas de los PMA, esto es, la capacidad de sus economías para producir una variedad más amplia de bienes y servicios y productos de mayor sofisticación, destinados al consumo interno y a la exportación. Desde hace algunos años, la UNCTAD viene sosteniendo que mejorar las capacidades productivas es la estrategia a largo plazo mejor y más estable para sacar a los países y a sus poblaciones de la pobreza. La producción de una mayor variedad de bienes y servicios hace que las economías sean menos vulnerables al desplome de la demanda y del precio de determinados productos, en especial las materias primas naturales y los productos agrícolas básicos, que muchos PMA producen en la actualidad. La mejora de las capacidades productivas también amplía los conocimientos y las capacidades tecnológicas. Además, la producción de bienes y servicios más sofisticados redunda en mayores beneficios y en la creación de más y mejor remunerados puestos de trabajo.

Los posibles efectos son considerables. Los PMA tienen unos 27,5 millones de ciudadanos que viven en el extranjero. Durante la última década, las remesas han superado a las entradas de inversión extranjera directa (IED) a los PMA.

Las investigaciones realizadas revelan que las familias gastan directamente la mayoría de ese dinero en satisfacer necesidades básicas como la alimentación o la vivienda. Sin embargo, el Informe señala que sería útil que una mayor parte de esos fondos —una vez atendidas tales necesidades— se encauzara hacia actividades como proyectos de desarrollo de la infraestructura local y de formación profesional.

En 2011, la tasa de crecimiento económico total para los PMA fue del 4,2%, o sea, 1,4 puntos porcentuales menos que en 2010, lo que refleja la desaceleración del crecimiento en todo el mundo. Pese a que los resultados de exportación de los PMA en su conjunto mejoraron en 2010 y 2011, debido en gran parte al alza de los precios internacionales de los productos básicos, en el caso de los PMA no exportadores de petróleo el déficit de recursos aumentó: según el Informe, 18 PMA registraron déficits por cuenta corriente superiores al 10% del producto interno bruto (PIB), mientras que solo 5 PMA comunicaron superávits en cuenta corriente. Los desembolsos netos de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD), con el alivio neto de la deuda de esos países por parte de todos los donantes, alcanzó el nivel sin precedentes de 44.800 millones de dólares en 2010, lo que compensa el descenso en los flujos financieros privados y la IED. No obstante, con sus economías menos diversificadas, los PMA carecen de las reservas y los recursos necesarios para acolchar sus economías y adaptarse con facilidad a los impactos negativos, advierte el Informe.

En el Informe se advierte que, dada la posibilidad cada vez más presente de que la economía mundial esté entrando en un prolongado lapso de estancamiento y deflación, los PMA tienen que prepararse para un período relativamente largo de incertidumbre, con un posible aumento de las tensiones financieras y la amenaza de un retroceso económico real. Se insta a que se reconsideren con urgencia las políticas en materia de remesas y el papel que podrían desempeñar en la promoción del desarrollo industrial y la transformación estructural en los países de origen.

El Informe indica que, a pesar de una cierta heterogeneidad entre los países, el valor de las remesas en relación con el PIB o con los ingresos de exportación ha sido históricamente mucho mayor en los PMA que en los otros países en desarrollo. En el promedio de los PMA representan no menos del 4,4% del PIB y el 15% de los ingresos de exportación, en comparación con el 1,6% y el 4,5% respectivamente para otros países en desarrollo. Aunque las remesas se distinguen de los flujos de capitales por su naturaleza misma, es evidente que desempeñan un papel destacado en el suministro de divisas en un gran número de PMA. Se ha calculado que en 2010 no menos de los dos tercios de las remesas registradas a los PMA se originaron en otros países del Sur.

En el Informe se documenta el impacto positivo de las remesas en los hogares, tanto para la reducción de la pobreza como en su condición de estrategias de mitigación del riesgo para diversificar las fuentes de ingresos. Ahora bien, la relación entre las remesas y el crecimiento económico es compleja y presenta múltiples facetas. Como aspecto negativo se señala que, si no se controlan adecuadamente, las grandes entradas de remesas también pueden asociarse a la apreciación del tipo de cambio real, mermando la competitividad nacional y obstaculizando el crecimiento económico (es decir, el llamado "síndrome holandés"). El aspecto positivo es que las remesas pueden contribuir al crecimiento económico y al desarrollo de la capacidad productiva por dos medios: la inversión y la profundización financiera, o sea, el aumento de la prestación de servicios financieros con una gama más amplia de servicios orientados a todos los sectores de la sociedad. En efecto, las remesas pueden constituir una fuente muy necesaria de financiación exterior que podría acelerar el ritmo del desarrollo social y económico, en particular en las esferas de la educación, la salud y la reducción de la pobreza.

Según el Informe, las oficinas postales, las cooperativas de ahorro y crédito, y las instituciones de microfinanciación pueden desempeñar un papel destacado en la ampliación del acceso, en especial para las poblaciones rurales, a las remesas y los servicios financieros en los PMA. En el Informe se observa que deberían evitarse los acuerdos exclusivos con empresas de transferencias monetarias, que limitan la competencia y tienden a aumentar el costo del envío de dinero.

Por último, la UNCTAD advierte que el hecho de que se preste cada vez más atención a las remesas no significa que puedan considerarse un sustituto de la IED, la AOD, el alivio de la deuda, la movilización de recursos internos u otras fuentes de financiación para el desarrollo.

De hecho, el Informe dice que, debido al carácter inherentemente privado de los flujos de remesas, la movilización efectiva de las remesas con fines productivos depende de una serie de mejoras institucionales y de políticas, destinadas a reforzar tanto el "canal de inversión" como la prestación más amplia de servicios financieros. Ello puede entrañar varias intervenciones de políticas, como las políticas de desarrollo nacionales y regionales destinadas a impulsar las inversiones privadas. También puede incluir reformas financieras y reglamentarias adecuadas con el fin de reducir los costos de transacción y promover una mayor inclusión financiera y la concesión de créditos a las pequeñas y medianas empresas.

 

El Informe: http://unctad.org/en/PublicationsLibrary/ldc2012_en.pdf (Soló in inglés)

Panorama general: http://unctad.org/es/PublicationsLibrary/ldc2012overview_sp.pdf