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Las prioridades de inversión de los países y las empresas para reconstruir mejor dependen en la resiliencia y sostenibilidad

21 junio 2021

Los planes de inversión para la recuperación se centran en los sectores de infraestructura relevantes para la capacidad productiva.

Un parque eólico en Rumanía. Banco Mundial/Jutta Benzenberg

La producción internacional, motor del crecimiento y el desarrollo económicos mundiales, se ha visto gravemente afectada por la pandemia, según el Informe sobre las inversiones en el mundo 2021 de la UNCTAD.

La inversión mundial decreció un tercio con respecto a los niveles de 2019. La pandemia también produjo efectos importantes sobre los anuncios de inversión en nuevos proyectos industriales y de infraestructura, los cuales son los más productivos.

Los primeros indicadores sobre nuevos proyectos de inversiones y de la financiación de proyectos internacionales, así como las lecciones de las recesiones pasadas de la inversión extranjera directa (IED), sugieren que incluso si las empresas y los financistas se están preparando para actualizarse con los gastos de capital, seguirán siendo cautelosos con inversiones extranjeras en activos productivos e infraestructura. No obstante, es posible que la IED mundial ya haya tocado fondo y haya cambiado de rumbo.

“Tanto los formuladores de políticas como las empresas están enfocados en reconstruir mejor. La resiliencia y la sostenibilidad determinarán las prioridades de inversión de los gobiernos y las empresas”, dijo Isabelle Durant, Secretaria General interina de la UNCTAD.

Para las empresas, el impulso para la resiliencia de las cadenas de suministro podría generar presiones en algunas industrias para reconfigurar las redes de producción internacionales mediante la reestructuración, la regionalización, o la diversificación. Para los gobiernos, los planes de estímulo de la recuperación y de inversión centrados en la infraestructura y la transición energética implican importantes desembolsos de financiación de proyectos.

“Las implicaciones para los flujos de inversión internacional de ambos conjuntos de prioridades son significativas”, dijo Durant.

Impulsar la resiliencia de la cadena de suministro

El informe de este año describe tres opciones para que las empresas multinacionales (EMN) mejoren la resiliencia de la cadena de suministro. Estas incluyen: (i) la reestructuración de la red, que involucra decisiones de ubicación de producción y, en consecuencia, decisiones de inversión y desinversión; (ii) soluciones de gestión de la cadena de suministro -planificación y previsión, amortiguación y flexibilidad; y (iii) medidas de sostenibilidad. Debido al costo de la reestructuración de la red de producción internacional, las EMN agotarán primero otras opciones de gestión de riesgos de la cadena de suministro.

Sin embargo, el impacto del impulso de la resiliencia sobre la inversión internacional a corto plazo será limitado. "En ausencia de medidas de política que fuercen o incentiven la reubicación de activos productivos, es poco probable que las empresas multinacionales emprendan una reestructuración amplia de sus redes de producción internacionales", dijo el director de inversiones y empresas de la UNCTAD, James Zhan.

Zhan añadió que es más probable observar un proceso gradual de diversificación y regionalización a medida que se convierta en parte de las decisiones de ubicación de las EMN sobre nuevas inversiones.

Según el informe, en algunas industrias el proceso puede ser más abrupto. Las presiones políticas y las medidas concretas para impulsar la deslocalización de la producción ya se están materializando en sectores estratégicos y sensibles. Los planes de inversión para la recuperación podrían dar un mayor impulso: la mayoría de los paquetes de inversión, tanto en países desarrollados como en desarrollo, incluyen objetivos de desarrollo industrial nacionales o regionales.

Prioridades de inversión en la recuperación

Los planes de inversión en la mayoría de los países se centran en los sectores de infraestructura, incluida la infraestructura física, digital, y ecológica.

Estas son prioridades de inversión sólidas porque: (i) están alineadas con las necesidades de inversión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); (ii) son sectores en los que la inversión pública juega un papel más importante, facilitando la acción de los gobiernos; y (iii) tienen un alto efecto multiplicador económico, importante para el estímulo del lado de la demanda.

Una perspectiva más amplia sobre las prioridades para promover la inversión en la recuperación sostenible también debería incluir las industrias que son clave para el crecimiento de la capacidad productiva.

Sin embargo, la mayor parte de la financiación de la recuperación ha sido reservada por y para las economías desarrolladas y algunos grandes mercados emergentes. Los países en desarrollo representan alrededor del 10% del total de los planes de gastos de recuperación hasta la fecha (Figura 1).
 

Figura 1 – Programas de estímulo: rescate y recuperación
(Porcentaje)

 

Figure 1 - Stimulus programs, rescue and recovery

Fuente: UNCTAD, Informe sobre las inversiones en el mundo 2021.

 

 

La magnitud de los planes implica la posibilidad de generar efectos secundarios, positivos y negativos, sobre la mayoría de las economías. En este contexto, el financiamiento de proyectos internacionales, uno de los principales mecanismos a través del cual los fondos públicos buscarán generar financiamiento privado adicional, canalizará los efectos de los paquetes de gasto público interno hacia los flujos de inversión internacional.

Es probable que los programas de inversión para la recuperación afecten los patrones de inversión global en los próximos años debido a su gran tamaño. El valor acumulado de los fondos de recuperación destinados a la inversión a largo plazo en todo el mundo ronda los $ 3,5 billones, y todavía se están preparando iniciativas importantes.

Teniendo en cuenta el potencial de utilizar estos fondos para atraer fondos privados adicionales, el impacto total de los planes de recuperación podría superar los $ 10 billones -cerca de un tercio de la brecha de inversión total de los ODS al momento de su adopción.

 Los números indican que la presión sobre la capacidad de ejecución tanto de las instituciones públicas como de las empresas será sustancial, con un impulso de inversión anual equivalente, como mínimo, al triple del crecimiento logrado en el año pico de la última década.

El uso de la financiación de proyectos internacionales puede ayudar a maximizar el potencial de inversión de los esfuerzos públicos, pero también plantea nuevos desafíos.

Abordar los desafíos y maximizar el impacto de los paquetes de inversión en la recuperación sostenible e inclusiva requerirá esfuerzos concertados y un mayor apoyo de los prestamistas bilaterales y multilaterales, y de los organismos de garantía, para contrarrestar los riesgos y la presión al alza sobre los costos de financiación de proyectos en los países en desarrollo de bajos ingresos.

Un marco de políticas para la inversión en recuperación sostenible

Promover la inversión en resiliencia, equilibrar el estímulo entre la infraestructura y la industria, y abordar los desafíos de implementación de los planes de recuperación requiere un enfoque de política coherente.

A nivel estratégico, la política industrial determinará la medida en que las empresas de diferentes industrias se verán inducidas a reequilibrar las redes de producción internacionales para lograr una mayor resiliencia de la cadena de suministro (desde una perspectiva de empresa) y una mayor resiliencia económica y social (desde una perspectiva de país). También impulsará la promoción y facilitación de la inversión en la industria, necesaria para la complementariedad con el gasto en infraestructura.

Para los países en desarrollo, las estrategias de desarrollo industrial también son la base para construir una cartera viable de proyectos financiables. La falta de proyectos listos para utilizar en muchos países sigue siendo una barrera clave para atraer más financiamiento de proyectos internacionales.

El riesgo ahora es que, en ausencia de proyectos que hayan pasado por las fases de diseño, evaluación de viabilidad y preparación regulatoria, el despliegue de fondos de inversión de recuperación incurrirá en grandes retrasos.

A nivel de ejecución, abordar los desafíos de la inversión para la recuperación puede basarse en iniciativas incluidas en el plan de acción para la inversión en los ODS de la UNCTAD, que incluye acciones destinadas a la movilización de fondos, la canalización y la gestión del impacto (Figura 2).

“La UNCTAD entiende que el impulso de todos los gobiernos del mundo para reconstruir mejor y los importantes programas de recuperación que están adoptando muchos pueden impulsar la inversión en el crecimiento sostenible. El objetivo debe ser garantizar que la recuperación sea sostenible y que sus beneficios se extiendan a todos los países y a todas las personas”, dijo Durant.
 

Figura 2 - Invertir en la recuperación sostenible: un marco de políticas

Figure 2 - Investing in sustainable recover

Fuente: UNCTAD, Informe sobre las inversiones en el mundo 2021.