Un informe de la UNCTAD resalta las lecciones clave de la transformación de la República de Corea, de ser un exportador de autos y electrónicos a convertirse en una potencia creativa.
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Productos culturales coreanos como las canciones del grupo de K-pop BTS y el programa de Netflix "Squid Game" generaron $12.400 millones en ingresos de exportación en 2021.
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La adopción estratégica de la economía creativa demuestra cómo la innovación puede impulsar la transformación económica, la creación de empleo y el crecimiento.
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El éxito del país ofrece un modelo inspirador para aquellos que buscan convertir sus activos culturales e industrias creativas en motores de crecimiento y desarrollo.
Las exportaciones culturales de la República de Corea, conocida comúnmente como Corea del Sur, están cautivando al público mundial, desde los éxitos de K-pop de BTS y Blackpink hasta el fenómeno de Netflix "Squid Game" y el sorprendente éxito culinario internacional del "kimchi", un plato de verduras fermentadas.
El triunfo global de "Parasite", la primera película no inglesa en ganar el Oscar a la Mejor Película, el creciente atractivo de los productos de belleza coreanos y el rápido ascenso de Seúl como destino turístico de primer nivel han fortalecido la economía del país y su influencia global.
Sus sectores creativos, con una tasa de crecimiento anual del 4% al 5% y que emplean a más de 600.000 personas, generaron $12.400 millones en ingresos por exportaciones en 2021. En comparación, las exportaciones de equipos electrónicos de consumo de la República de Corea generaron $4.700 millones.
Un nuevo informe de la UNCTAD explora cómo otros países pueden aprender de la trayectoria de esta nación del este asiático, que ha pasado de ser un exportador de automóviles y productos electrónicos a convertirse en una potencia cultural.
"La adopción estratégica de la economía creativa por parte de la República de Corea muestra cómo la creatividad y la innovación pueden impulsar la transformación económica y el crecimiento", afirma Marisa Henderson, jefa de la sección de economía creativa de la UNCTAD. "Proporciona un modelo inspirador para los países que aspiran a convertir sus activos culturales y sus industrias creativas en motores de crecimiento y desarrollo."
Éxito por diseño
"El ascenso de la República de Corea al primer plano cultural mundial no fue casualidad", afirma Henderson. "Fue el resultado de una combinación estratégica de políticas gubernamentales e innovación del sector privado".
El éxito se basó en un amplio marco institucional liderado por el Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo, que actuó como organización paraguas para entidades que promueven los sectores creativos del país, como la Agencia Coreana de Contenido Creativo, la Fundación Coreana para el Intercambio Cultural Internacional y el Consejo Cinematográfico de Corea. Con el apoyo de billones de wones en financiación gubernamental, estas entidades contribuyeron a cimentar el ascenso del país como un titán cultural.
Los incentivos financieros gubernamentales, incluidos préstamos y exenciones fiscales, junto con medidas como la protección de la propiedad intelectual, crearon un ambiente propicio para la innovación y el avance tecnológico.
La inversión en instituciones educativas clave, como la Academia Coreana de Artes Cinematográficas y la Universidad Nacional de Artes de Corea, fue fundamental en la formación de una nueva generación de creadores que han utilizado con habilidad nuevas plataformas digitales como YouTube y Netflix para llegar a audiencias más allá de los consumidores nacionales y asiáticos.
"Gracias a inversiones estratégicas y políticas de apoyo, tanto el gobierno como el sector privado han forjado un ecosistema creativo donde la innovación prospera y los productos culturales alcanzan audiencias globales", señala Jo Hyun-Rae, presidente de la Agencia de Contenido Creativo de Corea.
Ámbitos políticos clave para replicar el éxito
Resaltando el éxito en las exportaciones culturales de Corea del Sur, UNCTAD busca inspirar a gobiernos en todo el mundo a desarrollar marcos políticos y fomentar inversiones en las industrias creativas.
Dentro de sus esfuerzos, esta agencia de la ONU trabaja en proyectos destinados a potenciar las economías creativas en países en desarrollo como Angola, donde las incipientes industrias creativas podrían contribuir a diversificar una economía tradicionalmente dependiente del petróleo.
Para aquellos países interesados en impulsar sus economías creativas, UNCTAD sugiere enfocarse en las siguientes áreas políticas esenciales:
- Desarrollo y ejecución de políticas estratégicas: Formular e implementar políticas que refuercen toda la cadena de valor creativo, desde la creación hasta la distribución global.
- Fomento del talento: Invertir en programas educativos y de formación que promuevan el talento creativo y el emprendimiento.
- Inversión en infraestructura digital: Asegurar un acceso amplio a las tecnologías digitales para facilitar la difusión y el consumo de contenido.
- Asociaciones público-privadas: Establecer colaboraciones entre entidades gubernamentales y actores del sector privado para estimular la innovación y el crecimiento.
- Protección de la propiedad intelectual: Fortalecer y aplicar leyes de derechos de autor para proteger los derechos de los creadores y fomentar la monetización del contenido.
"Adaptando estas estrategias a los contextos locales, los países pueden desbloquear el potencial de sus economías creativas, promoviendo el desarrollo sostenible y una mayor influencia cultural a nivel mundial", concluye Henderson.