Un nuevo informe de UNCTAD concluye que la prolongación de las operaciones militares y las restricciones de larga duración han llevado a la economía del Territorio Palestino Ocupado a su mayor contracción desde que se tienen registros, lo que ha puesto fin a decenios de avances en materia de desarrollo y ha agravado la fragilidad fiscal y social.
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El informe “Evolución de la economía del Territorio Palestino Ocupado” concluye que dos años de operaciones militares y restricciones han provocado un colapso sin precedentes en toda la economía palestina, en un contexto de fragilidad económica e institucional de larga data que conlleva graves consecuencias sociales y ambientales.
Los serios daños causados a las infraestructuras, los activos productivos y los servicios públicos han revertido decenios de progreso socioeconómico en el Territorio Palestino Ocupado.
La crisis económica resultante se encuentra entre las diez peores a escala mundial desde 1960. Pero la situación en Gaza es distinta. Es la crisis económica más grave de la que se tiene constancia.
Mientras tanto, la caída en picado de los ingresos y la retención de las transferencias fiscales por parte del Gobierno de Israel han limitado en gran medida la capacidad del Gobierno Palestino para mantener los servicios públicos esenciales e invertir en la recuperación. Esta circunstancia llega en un momento crítico en el que se necesita un enorme gasto para reconstruir las infraestructuras destrozadas y hacer frente al empeoramiento de las crisis ambiental y socioeconómica. La escalada ha llevado a la economía del Territorio Palestino Ocupado desde un prolongado estado de declive hasta una fase de colapso casi total, que tiene profundas repercusiones en todos los ámbitos: económico, social, humanitario y ambiental. En Gaza, toda la población ha quedado sumida en la pobreza multidimensional. Cisjordania está sufriendo la recesión económica más grave de la que se tiene constancia, impulsada por el aumento de la inseguridad, las restricciones a la circulación y el acceso y la pérdida de oportunidades productivas en todos los sectores de la economía.
A finales de 2024, el PIB de Palestina retrocedió a su nivel de 2010, mientras que el PIB per cápita volvió al que se había registrado en 2003, con lo que, en menos de dos años, se borraban 22 años de progreso en materia de desarrollo, según UNCTAD.
Colapso económico en Gaza
Durante casi dos decenios, 2,3 millones de palestinos han sufrido en Gaza graves restricciones que han afectado al comercio, la circulación y el acceso a los recursos en un área de 365 km² que es una de las zonas más densamente pobladas del mundo. La limitada entrada de mercancías, combinada con las restricciones a los insumos para la producción, a equipo y a tecnología, así como las operaciones militares recurrentes, han desmantelado la base productiva de Gaza y creado una dependencia casi total de la ayuda exterior.
En 2024, el PIB de Gaza se contrajo un 83 % con respecto al de 2023, tras un marcado descenso el año anterior. En el período 2023-2024, el PIB registró una contracción acumulada de un 87 % y se situó en 362 millones de dólares. El PIB per cápita cayó a 161 dólares, uno de los niveles más bajos del mundo, que representa apenas el 4,6 % del PIB per cápita del de Cisjordania, lo que contrasta con la casi paridad que existía en 1994.
La destrucción generalizada de infraestructuras, la pérdida de capacidad productiva y los desplazamientos de población han infligido daños duraderos al capital humano. Los trastornos ocasionados a la educación y los servicios básicos tendrán efectos a largo plazo en los medios de subsistencia y en los cimientos mismos de la resiliencia social.
Los graves daños a viviendas, servicios públicos e infraestructuras esenciales han alterado el acceso a alimentos, agua, asistencia médica y servicios públicos, lo que ha provocado una grave emergencia humanitaria y económica. La magnitud de los daños plantea grandes dificultades para la recuperación económica y el restablecimiento de las condiciones básicas de vida sin un amplio apoyo internacional.
Incluso con una ayuda sustancial, la recuperación de los niveles del PIB anteriores a octubre de 2023 podría llevar decenios. Para que sea posible una recuperación significativa —lo que incluye el acceso a la atención médica, la educación, el agua potable y las infraestructuras esenciales—, la comunidad internacional debe asegurar la durabilidad del alto el fuego alcanzado en octubre de 2025. Asimismo, el suministro de ayuda humanitaria es urgente y no puede esperar.
Grave contracción económica en Cisjordania
La expansión de los asentamientos y las restricciones a la circulación siguen fragmentando Cisjordania, perturbando la economía, el comercio y la inversión, y reduciendo el acceso a la tierra, los recursos y los mercados. Estas restricciones afectan a más de 3,3 millones de personas, al elevar los costos de transporte, alargar los tiempos de viaje y trastornar el acceso a los mercados, el empleo, la educación y los servicios de salud.
Desde finales de 2023, las restricciones a la circulación se han intensificado, con lo que se han reducido aún más el comercio y la producción. El PIB se contrajo un 17 % y el PIB per cápita, un 18,8 %, volviendo a niveles registrados por última vez en 2014 y 2008, respectivamente.
Presiones fiscales y tensiones institucionales
La situación fiscal ha sufrido un notable deterioro después de octubre de 2023, lo que ha convertido a 2024 en uno de los años más difíciles para el Gobierno de Palestina. La escasez de ingresos, la retención de transferencias fiscales, la contracción de la economía y la disminución del apoyo exterior han agravado la crisis. Las presiones fiscales han persistido en 2025, poniendo a prueba la capacidad del Gobierno para mantener los servicios esenciales y la estabilidad macroeconómica.
Entre enero de 2019 y abril de 2025, la acumulación de deducciones fiscales e ingresos retenidos ascendió a unos 1.760 millones de dólares, lo que equivale al 12,8 % del PIB de 2024 y al 44 % de los ingresos netos totales.
Combinada con una base tributaria cada vez más reducida y un considerable retroceso de la ayuda de los donantes, esa carencia ha limitado seriamente la capacidad del Gobierno de Palestina para hacer frente a sus obligaciones salariales, mantener las funciones públicas esenciales y prestar servicios básicos. UNCTAD subraya la urgente necesidad de un apoyo financiero internacional sostenido para estabilizar las finanzas públicas, salvaguardar la capacidad institucional y posibilitar los esfuerzos de recuperación y reconstrucción.
Se necesitan 70.000 millones de dólares para reconstruir Gaza
El costo estimado de la reconstrucción y recuperación de Gaza supera los 70.000 millones de dólares, lo que pone de relieve la magnitud de la inversión necesaria para reconstruir las infraestructuras y restablecer los medios de subsistencia.
En el informe de UNCTAD se hace un llamamiento a una intervención inmediata y sustancial de la comunidad internacional para detener la caída libre de la economía, hacer frente a la crisis humanitaria y sentar las bases de una paz y un desarrollo duraderos. También se exhorta a adoptar un plan de recuperación integral para el Territorio Palestino Ocupado, con ayuda internacional coordinada, el restablecimiento de las transferencias fiscales y medidas para aliviar las restricciones al comercio, la circulación y la inversión.
El papel de UNCTAD
Durante casi cuatro decenios, ONU Comercio y Desarrollo ha proporcionado apoyo para la investigación sobre políticas, la cooperación técnica y el fomento de la capacidad. La labor de UNCTAD se centra en la facilitación del comercio, la capacidad productiva y el desarrollo institucional, en colaboración con instituciones de los sectores público y privado y la sociedad civil. UNCTAD también promueve un consenso internacional sobre las necesidades del pueblo palestino y su economía.
