Caída del 13% de la inversión extranjera directa en 2016; se espera una discreta recuperación en 2017, según las últimas cifras

​Los flujos mundiales de inversión extranjera directa (IED) cayeron un 13% en 2016 hasta situarse, según las estimaciones, en 1,52 billones de dólares. La caída se atribuye a la debilidad del crecimiento económico mundial y los endebles incrementos del volumen del comercio mundial, según la última edición del Global Investment Trends Monitor de la UNCTAD.

“La recuperación de la IED atraviesa un trecho lleno de baches. Es especialmente preocupante la drástica caída del número de proyectos de inversión en la producción de manufacturas, que es un factor importantísimo para lograr una mejora tan necesaria como la de la productividad de las economías en desarrollo”, declaró Mukhisa Kituyi, Secretario General de la UNCTAD. “Con miras al futuro, los fundamentales económicos apuntan a un aumento potencial de los flujos de IED de alrededor del 10% en 2017”, según el Dr. Kituyi. “Sin embargo, las importantes incógnitas sobre la forma que adoptará la evolución de las políticas económica podrían obstaculizar la IED en el corto plazo.”

La caída de la IED en 2016 no fue homogénea en todas las regiones, lo que pone de manifiesto el desigual impacto del actual entorno económico en países de todo el mundo. Las entradas de IED en Europa se redujeron en un 29% y su valor estimado fue de 385.000 millones de dólares; en varios países las entradas experimentaron incluso una gran volatilidad. Este descenso se vio atenuado por un discreto crecimiento de las entradas en América del Norte (6%) y un considerable aumento de la inversión en otras economías desarrolladas, principalmente en Australia y el Japón.

La desaceleración del crecimiento económico y la caída de los precios de los productos básicos se cobraron su peso en las entradas de IED en los países en desarrollo. Las entradas en esas economías cayeron un 20% (hasta un nivel estimado de 600.000 millones de dólares) debido a las importantes reducciones en los países en desarrollo de Asia y América Latina. No obstante, las economías en desarrollo siguen siendo la mitad de las diez principales economías receptoras. Las entradas de IED en las economías en transición aumentaron un 38% y alcanzaron un valor estimado de 52.000 millones de dólares.

La ola de fusiones y adquisiciones transfronterizas parece haber retrocedido. El incremento del 13% del valor de las ventas netas, que se elevaron a 831.000 millones de dólares, es insignificante en comparación con el aumento del 67% y del 68% registrado en 2014 y 2015. El valor de proyectos anunciados de IED en nueva planta aumentó un 5%, pero cabe atribuirlo principalmente a un número reducido, aunque de gran escala, de proyectos en algunos países. En cambio, en la gran mayoría de países su valor se redujo.