La reunión conmemorativa del cincuentenario de la UNCTAD confirma que la organización sigue apostando decididamente por una visión del comercio y el desarrollo basada en el multilateralismo
En un discurso pronunciado durante el período extraordinario de sesiones de la Junta de Comercio y Desarrollo de la UNCTAD convocado para conmemorar el cincuentenario de la organización, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, calificó la contribución de la UNCTAD a la labor de desarrollo de las Naciones Unidas de "esencial".
"Con la creación de la UNCTAD, todos los miembros de la Organización de las Naciones Unidas adoptaron explícitamente una perspectiva de desarrollo", señaló el Sr. Ban en su alocución en la Sala de Asambleas del Palacio de las Naciones, ubicada en la oficina de las Naciones Unidas en Ginebra. "Durante el último medio siglo, toda la familia de las Naciones Unidas ha reforzado su respaldo al desarrollo socioeconómico justo e incluyente".
"En la actualidad, nuestra tarea es en algunos aspectos más difícil que hace 50 años", dijo el Sr. Ban. "Si queremos lograr un desarrollo sostenible, tendremos que consolidar la cooperación multilateral y las asociaciones mundiales. En preparación para después de 2015 [fecha en que estarán listos los nuevos objetivos de desarrollo], los miembros del sistema de las Naciones Unidas estamos trabajando para "adecuarnos" a esas metas. La UNCTAD es uno de los pilares de la labor de desarrollo de las Naciones Unidas y, como tal, su aportación a la hora de poner en práctica la agenda para el desarrollo después de 2015 es esencial".
Las observaciones del Sr. Ban dieron paso a una declaración del Secretario General de la UNCTAD, Mukhisa Kituyi. Hablaron también la Sra. Simonetta Sommaruga, Vicepresidenta de la Confederación Suiza, el Sr. Hamad bin Abdulaziz Al-Kawari, Ministro de Cultura, Arte y Patrimonio de Qatar (donde en 2014 se celebró la última reunión ministerial de la UNCTAD, en Doha), y, a través de un mensaje de vídeo la Sra. Eda Rivas, Ministra de Relaciones Exteriores del Perú, donde tendrá lugar la próxima reunión ministerial de la UNCTAD, en el año 2016.
El Dr. Kituyi manifestó que las celebraciones del aniversario tenían para él un significado bien personal: al haber crecido en un país —Kenya— que acababa de conseguir la independencia, se sentía profundamente identificado con la aspiración de los países en desarrollo de utilizar el comercio internacional como una vía para salir de la pobreza.
En su intervención, el Dr. Kituyi reiteró enérgicamente el apoyo de la UNCTAD al principio del multilateralismo y recordó que la organización era un actor fundamental en la agenda para el desarrollo después de 2015.
"La agenda que definamos debe aspirar a crear condiciones que permitan a más países lograr el tipo de "círculos virtuosos" de inversión productiva, aumento de los ingresos, reducción de la pobreza y expansión de los mercados que dan lugar a una transformación económica y social duradera", dijo el Dr. Kituyi.
El Dr. Kituyi añadió: "A principios de 2016, dentro de menos de 2 años, arrancará la XIV UNCTAD en Lima (Perú). Antes de esa fecha, además de las deliberaciones para fijar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, tendrán lugar varias reuniones importantes celebradas bajo los auspicios de las Naciones Unidas. Entre ellas, cabe mencionar conferencias sobre los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países en desarrollo sin litoral, así como sobre el cambio climático y la financiación para el desarrollo. Nos brindarán la oportunidad única de trabajar como "Una ONU" y establecer los vínculos que nos permitan contribuir a crear un futuro mejor".
La Sra. Sommaruga dijo que ya en 1964 estaba claro que era posible corregir la desigualdad mundial a través del comercio, dada la riqueza en recursos de muchos países en desarrollo, pero que el progreso en esa dirección había sido gradual. Señaló que la UNCTAD se había convertido en un actor indispensable en ese ámbito. Como representante de Suiza, centro mundial del comercio de productos básicos, la Sra. Sommaruga admitió que se podría hacer más para que la riqueza generada por el comercio de minerales y materias primas fuese más transparente y respetuosa del estado de derecho y los derechos humanos.
El Sr. Al-Kawari dijo que, cuando la humanidad resurgió de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial, aspiró a realizar ideales nobles mediante la creación de las Naciones Unidas. Entre esas ambiciones estaba la de establecer un sistema de comercio justo —la creación de la UNCTAD fue una concretización de ese objetivo. No había que olvidar —dijo el Sr. Al-Kawari— que la UNCTAD era, ante todo, una organización de desarrollo. Una de sus funciones más preciadas era la de proteger y promover la cultura de negociación multilateral. El programa de debates en el marco del Diálogo de Ginebra sobre la agenda para el desarrollo después de 2015, instituido por el Dr. Kituyi, constituía un ejemplo de ello.
Por último, la Sra. Rivas elogió el historial de la UNCTAD en cuanto a recomendaciones de políticas concretas y programas pragmáticos, y observó que la organización había sido una importante fuente de asistencia técnica para los países de ingresos medios como el Perú.
