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El territorio palestino ocupado soporta anualmente pérdidas estimadas en unos 300 millones de dólares, correspondientes a ingresos fiscales que van a parar a Israel, indica un informe


Comunicado de prensa
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UNCTAD/PRESS/PR/2013/035
El territorio palestino ocupado soporta anualmente pérdidas estimadas en unos 300 millones de dólares, correspondientes a ingresos fiscales que van a parar a Israel, indica un informe
El crecimiento económico de 2012 tachado de engañoso: el desarrollo sostenido depende del fin de la ocupación

Geneva, Suiza, 3 septiembre 2013

El territorio palestino ocupado deja de percibir, según estimaciones preliminares, unos 300 millones de dólares de los Estados Unidos anuales en pérdidas de derechos aduaneros, impuestos sobre la venta e impuestos sobre el valor agregado que Israel no transfiere al Tesoro palestino, según se indica en el "Informe sobre la asistencia de la UNCTAD al pueblo palestino". El informe, publicado hoy, se prepara anualmente para presentarlo a la Junta de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas. Al igual que en años anteriores, la Junta celebrará su período de sesiones anual durante dos semanas en septiembre. La Dependencia de Asistencia al Pueblo Palestino de la UNCTAD publicará a final de año un análisis detallado de las pérdidas de ingresos palestinos.

El informe de la UNCTAD trata únicamente de las pérdidas fiscales correspondientes a los impuestos sobre las importaciones directas o indirectas y los productos de contrabando que proceden o transitan por Israel antes de entrar en el territorio palestino ocupado. De conformidad con el Protocolo sobre las relaciones económicas, o Protocolo de París, firmado en 1994 por Israel y la Organización de Liberación de Palestina, los ingresos procedentes de la recaudación de impuestos sobre las importaciones directas e indirectas deben transferirse a la Autoridad Palestina. El informe indica que el valor estimado de los impuestos impagados sobre los productos de contrabando procedentes de Israel representa el 17% del total de los ingresos tributarios palestinos, unos 305 millones de dólares en 2012, suma que bastaría para sufragar el 18% de los costos salariales de la Autoridad Palestina.

Si pudieran evitarse esas pérdidas y el dinero se transfiriera desde el Tesoro israelí al palestino, el consiguiente aumento de ingresos daría a la Autoridad Palestina mayor margen para la adopción de políticas fiscales y contribuiría a la expansión del crecimiento económico y el empleo. El producto interno bruto del territorio palestino ocupado aumentaría un 4% y se crearían 10.000 empleos más al año, según el informe.

No obstante, se subraya que estas pérdidas fiscales corresponden solo a una fuente y no incluyen las pérdidas de ingresos de otras muchas fuentes, como los impuestos que Israel percibe sobre los salarios de los palestinos que trabajan en Israel y los asentamientos; la pérdida de derechos de señoreaje derivada del uso de la moneda israelí (shekel) en el territorio palestino ocupado; las pérdidas derivadas de la subfacturación de los bienes importados, posibilitada por el hecho de que los palestinos no tienen control sobre sus fronteras ni acceso a una información comercial adecuada; las pérdidas de ingresos relacionadas con la falta de control sobre la tierra y los recursos naturales; la pérdida de recursos financieros derivada de la importación de bienes y servicios por conducto del sector público palestino (petróleo, la energía y el agua); las pérdidas fiscales derivadas de la reducción de la base tributaria causada por la destrucción de la capacidad productiva y la pérdida de recursos naturales a raíz de la ocupación.

Según el informe, se estima que el 39% de las importaciones procedentes de Israel tienen su origen en terceros países y son tratadas como importaciones israelíes antes de ser vendidas en el territorio palestino ocupado como productos israelíes. Las autoridades israelíes recaudan los derechos aduaneros correspondientes a esas importaciones indirectas, pero no los transfieren a la Autoridad Palestina. Otra fuente de pérdidas fiscales importantes es el contrabando. Si los bienes objeto de contrabando se producen en Israel, la Autoridad Palestina pierde ingresos en concepto de impuesto sobre el valor agregado (IVA) e impuestos sobre las ventas. Ahora bien, cuando se trata de bienes producidos en terceros países, a la pérdida del IVA y el impuesto sobre la venta que no se perciben se suma la pérdida de derechos arancelarios. Es difícil estimar el valor de los bienes introducidos de contrabando desde Israel en el territorio palestino ocupado, pero, según se dice en el informe, pueden representar entre el 25% y el 35% de las importaciones totales del territorio palestino ocupado.

En el informe se formulan recomendaciones para reducir las pérdidas de ingresos fiscales, entre ellas, propuestas de modificar el Protocolo de París, para que haya un marco más equilibrado compatible con la necesidad de soberanía palestina en materia de independencia económica, fiscal y política. Asimismo se recomienda en el informe que la Autoridad Palestina tenga pleno acceso a una información completa sobre las importaciones que proceden o transitan por Israel cuyo destino final sea el territorio palestino ocupado; que sean abolidos los plazos restrictivos que impiden a la Autoridad Palestina reclamar los ingresos tributarios que le corresponden; se ponga fin a la dependencia palestina con respecto a Israel eliminando los obstáculos al comercio con terceros países; se autorice el acceso de los despachantes de aduanas palestinos a los puertos y puntos de paso israelíes, para que puedan observar los trámites aduaneros; y que se dote a la Autoridad Palestina de los recursos financieros y humanos necesarios para aumentar la capacidad de la administración aduanera.

La ocupación impide el desarrollo

El estudio indica que el crecimiento económico en el territorio ocupado fue del 6% en 2012, por debajo de la tasa de dos cifras registrada en los dos años anteriores. Siguen acumulándose las limitaciones en la economía, tanto de la oferta como de la demanda. La demanda agregada está limitada por la crisis fiscal, la disminución de la ayuda y la incapacidad del sector privado para invertir y crear empleo. La oferta está deprimida por el bloqueo de Gaza, las restricciones a la circulación, la construcción de la barrera de separación en la Ribera Occidental y el aislamiento de toda la economía con respecto a los mercados regionales e internacionales, de modo que los altos costos de producción resultantes menoscaban la competitividad, según se afirma en el informe.

En los años anteriores, la ayuda de los donantes ocultaba los efectos de las medidas impuestas por la ocupación. Sin embargo, según el estudio, debido a la disminución de la ayuda y la consiguiente crisis fiscal, se ven más claramente las graves repercusiones de la ocupación para el pueblo palestino y su economía. Las repercusiones económicas fueron más marcadas en Gaza, donde la tasa de crecimiento cayó del 21% en 2011 al 6,6% en 2012. Esta reducción se produjo principalmente en los sectores agrícola y pesquero, directamente afectados por la operación militar israelí efectuada en Gaza en noviembre de 2012.

La tasa de desempleo en el territorio palestino ocupado aumentó un 1% hasta el 27% en 2012. Entre los jóvenes hay una tasa de desempleo de aproximadamente el 50%. En 2012 hubo una disminución de los salarios reales, la productividad laboral y las tasas de actividad. La tasa de pobreza en el territorio palestino ocupado en 2011 fue del 26%, en la Ribera Occidental del 18% y en Gaza del 30%. La asistencia social de la Autoridad Palestina evitó que la tasa fuera un 18% mayor, según el estudio, pero la disminución de la ayuda de los donantes en 2012 debilitó la capacidad de la Autoridad para aplicar medidas de estímulo fiscal. La Autoridad Palestina ha acumulado atrasos en los pagos a los bancos nacionales, y las cantidades adeudadas a esas instituciones representan hoy el 68% de los ingresos de la Autoridad.

Los recursos humanos se ven gravemente afectados por los cierres israelíes, que impiden a los trabajadores encontrar empleo, reducen las tasas de asistencia escolar y crean presiones que propician el trabajo infantil, según se sostiene en el informe.

Desde 1967, Israel ha establecido unos 150 asentamientos en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén Oriental. Además, unos 540 puestos de control, barreras en las carreteras y otros obstáculos físicos siguen entorpeciendo la circulación de los palestinos en el territorio palestino ocupado y separan a las comunidades palestinas de los mercados internos e internacionales. En consecuencia, los productos palestinos pierden competitividad en los mercados locales e internacionales, y el crecimiento económico en el territorio palestino ocupado se inclina cada vez más hacia el sector de los servicios y disminuye en la agricultura y la industria.

Las restricciones impuestas por Israel a la circulación de personas y bienes palestinos dentro y fuera del territorio palestino ocupado crean una fuerte dependencia comercial respecto de la economía israelí. Ello refuerza la dependencia palestina respecto de Israel y es el principal causante del déficit comercial crónico palestino, que en 2012 aumentó del 44% al 47% del PIB, según indica el informe.

Asistencia de la UNCTAD al pueblo palestino

En 2012-2013, la UNCTAD continuó su labor de fomento de la capacidad institucional del sector privado palestino mediante el proyecto titulado "Fomento de la capacidad de facilitación del comercio de Palestina", que tiene por objeto desarrollar los conocimientos del Consejo Palestino de Cargadores (exportadores e importadores) consolidando su capacidad institucional, dando a conocer mejor a los cargadores palestinos las prácticas óptimas de facilitación del comercio y fomentando la capacidad local de prestación de servicios de asesoramiento y formación. Asimismo, la UNCTAD continuó prestando apoyo en 2012 a la Administración de Aduanas palestina, manteniendo estrecho contacto con la Autoridad Palestina y los donantes. En 2012 la organización impartió a profesionales de la Oficina Central Palestina de Estadística y de la Autoridad Palestina formación sobre técnicas de previsión económica, evaluación e interpretación de datos socioeconómicos y estudio de distintas políticas alternativas. En ese año, la UNCTAD también impartió formación a funcionarios del Ministerio de Economía Nacional palestino para ampliar su conocimiento de los organismos y las actividades de las Naciones Unidas en Ginebra.

En la conferencia cuatrienal de la XIII UNCTAD, los Estados miembros renovaron y ampliaron el mandato de la UNCTAD de prestar asistencia al pueblo palestino. No obstante, en el informe se indica que el apoyo al pueblo palestino ha seguido estando limitado por la insuficiencia de recursos. Para continuar las actividades presentes, consolidar los logros anteriores y cumplir el mandato ampliado, la organización necesita recursos adicionales.

El Informe:  http://unctad.org/meetings/es/SessionalDocuments/tdb60d3_es.pdf