El transporte marítimo y la política climática en un momento decisivo, según un informe de la UNCTAD
El transporte marítimo se encuentra en un momento decisivo en que la comunidad mundial se adhiere a los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible y se prepara para un nuevo acuerdo internacional sobre política climática. El informe de la UNCTAD El Transporte Marítimo 20151, destaca la importancia del transporte de mercancías, en particular el transporte marítimo, para abordar los objetivos de sostenibilidad y resiliencia a nivel mundial.
Habida cuenta de que más del 80% del volumen del comercio mundial de mercancías se transporta por mar, el transporte marítimo sigue siendo el eje del comercio internacional y la globalización, afirma el informe. Del mismo modo, el sector es un factor fundamental para el desarrollo de otros sectores y actividades económicas.
El sector tiene una nueva oportunidad, tanto de afirmar su importancia estratégica como actividad económica —para generar empleo e ingresos, facilitar el comercio, apoyar las cadenas de suministro y unir a las comunidades— como de subrayar su potencial para crear valor desde el punto de vista de la equidad social, la conservación de los recursos y la protección del medio ambiente. No obstante, para que el sector cumpla este papel con eficacia, es preciso integrar criterios de sostenibilidad y resiliencia en los planes de desarrollo del transporte en las primeras etapas de la planificación, la toma de decisiones y la inversión.
La eliminación de las barreras físicas y no físicas que aumentan los costos y dificultan el comercio es esencial para la sostenibilidad de los sistemas de transporte de mercancías, incluido el transporte marítimo. En particular, los países en desarrollo se enfrentan a costos de transporte relativamente más elevados por las limitaciones de la conectividad del transporte y el acceso a los mercados debidas a la deficiencia e inadecuación de la infraestructura de transporte. En este contexto, es prioritario adoptar un enfoque bien articulado de la infraestructura de transporte. Otro elemento esencial para mejorar la sostenibilidad y la resiliencia del transporte marítimo es la necesidad de abordar el nexo entre la energía, el costo del transporte, la degradación ambiental y el cambio climático. Es fundamental abandonar los sistemas de propulsión marítima con un consumo intensivo de combustibles fósiles a fin de reducir la excesiva dependencia del sector respecto del petróleo. La inversión en medidas de eficiencia energética, fuentes de energía alternativas y prácticas operativas y de gestión más sostenibles puede ayudar a controlar los costos de combustible y de transporte, mejorar la eficiencia, facilitar un acceso más efectivo a los mercados, promover la competitividad comercial, proteger el medio ambiente y controlar las emisiones de carbono.
El Transporte Marítimo 2015 destaca que el transporte marítimo se enfrenta al doble desafío de la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. Si bien sigue siendo urgente reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a fin de lograr niveles manejables de calentamiento de la Tierra, los efectos de la variabilidad y el cambio del clima, independientemente de sus causas, ya se están notando en diferentes partes del mundo, a menudo en los países más pobres, que son los que tienen más dificultades para hacerles frente.
Los puertos de mar, que actúan como elementos fundamentales de las redes internacionales de transporte en las cadenas de suministro, son especialmente vulnerables al cambio climático debido a su ubicación en zonas costeras y bajas. Es probable que se vean afectados directa e indirectamente por factores climáticos como la elevación del nivel del mar, los fenómenos meteorológicos extremos y el aumento de las temperaturas. Estos factores también afectarán a las conexiones de los puertos con el interior y a los corredores de transporte de las redes de transporte, puesto que el comercio internacional exige cada vez más el uso del transporte por ferrocarril, carretera, y vías de navegación. En este contexto, es indispensable fomentar la resiliencia de los sistemas de transporte marítimo al clima para lograr su sostenibilidad a largo plazo, según se afirma en el informe de la UNCTAD.
Es fundamental elevar los niveles y diversificar las fuentes de financiación para implantar sistemas de transporte de mercancías sostenibles y resilientes, en particular en el sector marítimo. Por consiguiente, en un momento en que los presupuestos nacionales son cada vez más limitados, resulta esencial encontrar formas innovadoras de movilizar financiación. Es importante disponer de nuevas fuentes y mecanismos y lograr una mayor participación del sector privado, por ejemplo mediante alianzas público-privadas. La financiación para el clima podría revelarse como una vía importante para movilizar nuevos recursos, incluso para el transporte marítimo.
Últimas novedades en el marco jurídico y normativo
En 2014 hubo importantes novedades normativas en el ámbito del transporte y la facilitación del comercio, como la aprobación del Código Internacional para los Buques que Operan en Aguas Polares (Código Polar), cuya entrada en vigor está prevista el 1 de enero de 2017, así como diversas novedades normativas acerca de la seguridad marítima y de la cadena de suministro y cuestiones ambientales.
A fin de seguir reforzando el marco jurídico relativo a la contaminación atmosférica provocada por los buques y la reducción de las emisiones de GEI producidas por el transporte marítimo internacional, se adoptaron varias medidas reguladoras en la Organización Marítima Internacional (OMI), y se ultimó el Tercer Estudio de la OMI sobre los gases de efecto invernadero (2014). Asimismo, se aprobaron directrices para la elaboración del Inventario de Materiales Peligrosos exigido en el Convenio Internacional sobre Responsabilidad e Indemnización de Daños en relación con el Transporte Marítimo de Substancias Nocivas y Potencialmente Peligrosas, de 2010 —que, sin embargo, aún no ha entrado en vigor—, y se hicieron nuevos avances en cuestiones técnicas relacionadas con la gestión del agua de lastre, el reciclaje de buques, y las medidas que contribuyen a prevenir y combatir la contaminación del mar por petróleo y otras sustancias nocivas.
Se siguieron introduciendo mejoras con respecto a las medidas reguladoras en materia de seguridad marítima y de la cadena de suministro y su aplicación, entre otras cosas con la publicación, en junio de 2015, de una nueva versión del Marco Normativo para Asegurar y Facilitar el Comercio Global de la Organización Mundial de Aduanas, que incluye un nuevo pilar 3: “Aduanas–Otros organismos gubernamentales e intergubernamentales”.
Entretanto, en lo que respecta a la represión de la piratería y los robos a mano armada en el mar, se observaron avances positivos en las aguas frente a las costas de Somalia y el océano Índico occidental en general. Sin embargo, persiste la preocupación por los marinos que siguen retenidos como rehenes. También se observó una tendencia a la baja de los ataques en el Golfo de Guinea, lo que indica que las iniciativas internacionales, regionales y nacionales están comenzando a surtir efecto.