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IEl presidente de Irlanda pide la reforma de la arquitectura de la deuda mundial a la luz de la nueva agenda del desarrollo


Comunicado de prensa
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UNCTAD/PRESS/PR/2015/042
IEl presidente de Irlanda pide la reforma de la arquitectura de la deuda mundial a la luz de la nueva agenda del desarrollo
Michael Higgins pronunció el discurso inaugural de la X Conferencia de la UNCTAD sobre Gestión de la Deuda, celebrada en Ginebra, del 23 al 25 de noviembre

Geneva, Suiza, 23 noviembre 2015

​El Presidente de Irlanda, Michael Higgins, pidió, el pasado 23 de noviembre, una “nueva arquitectura institucional” de la gestión de la deuda mundial en el discurso que inauguraba la X Conferencia de la UNCTAD sobre Gestión de la Deuda celebrada en Ginebra. Asistieron más de 350 participantes, entre ellos, altos cargos públicos nacionales e internacionales encargados de la formulación de políticas, administradores de la deuda y expertos de todo el mundo. La conferencia, que tiene una periodicidad bienal y una duración de tres días, es un foro para intercambiar opiniones sobre cuestiones de actualidad en las esferas de las finanzas públicas, la gestión de la deuda y la prevención de las crisis de deuda.

El Presidente Higgins declaró que la cuestión de la deuda era “demasiado importante para dejarla únicamente en manos del Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional”. “La gestión de la deuda en estos momentos y muy particularmente en el futuro, es un problema que nos afecta a todos, por lo que, para ser serios en cuanto a la integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en todos los aspectos de nuestra cooperación internacional (a lo que estamos obligamos), debemos garantizar que la deuda esté en el centro de una agenda internacional de los derechos humanos y el desarrollo más amplia”.

Además, señaló que no era admisible “permitir un sobreendeudamiento ni eludir los problemas planteados por la deuda odiosa, ilegítima, ilegal o insostenible y se malograsen las nuevas aspiraciones mundiales que hemos convenido”.

En la apertura de la Conferencia, el Secretario General de la UNCTAD, Mukhisa Kituyi, señaló que la UNCTAD había “instado a la comunidad internacional a que estudiase activamente un enfoque basado en normas para la renegociación de la deuda soberana con el fin de mejorar la previsibilidad y la reestructuración oportuna de la deuda, cuando proceda, y de distribuir equitativamente la carga”.

A juicio del Dr. Kituyi, hoy por hoy, “la amenaza que supone una deuda descomunal que no cesa de crecer para la estabilidad de la economía mundial es, una vez más, que capte una atención muy amplia”. Los niveles de la deuda a nivel mundial pasaron de 21 billones de dólares en 1984 a la increíble cifra de 142 billones a finales de 2007. Por añadidura, desde la crisis financiera mundial se han acumulado otros 57 billones adicionales, lo que ha disparado la deuda a escala mundial a niveles escalofriantes, ya que en 2014 ya se elevaba a 199 billones de dólares”.

En otro discurso pronunciado en la inauguración, Luis Arce Catacora, Ministro de Economía y Finanzas Públicas del Estado Plurinacional de Bolivia, explicó cómo en los últimos diez años la economía de su país había dado “un giro de 180 grados” con la nacionalización de los sectores extractivo e hidrocarburo, así como con la adopción de medidas de redistribución y la “bolivianización” de la deuda.

En sus palabras de bienvenida, el Director General de la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, Michael Møller dijo que la gestión de la deuda se inscribía en la labor de toda la “Ginebra Internacional” —el centro neurálgico operacional del sistema de las Naciones Unidas.

A juicio del Sr. Møller, el “comercio se ve muy afectado por la deficiente gestión de la deuda, por lo que la asistencia humanitaria internacional coordinada en la Ginebra Internacional puede resultar necesaria cuando los gobiernos tienen dificultades para prestar servicios básicos y se agota la financiación”.

El Dr. Kituyi, en declaraciones a la prensa tras la ceremonia de apertura, comentó que la experiencia de Irlanda en la recuperación de una crisis de la deuda soberana, a la que el Presidente Higgins se refirió pormenorizadamente en su discurso, había demostrado que había “luz al final del túnel” del endeudamiento.

En el primer día de la Conferencia, los participantes debatieron el papel de la deuda de los países en desarrollo en relación con otras opciones de financiación para el desarrollo en el contexto de los retos que planteaban la inestabilidad de los mercados financieros mundiales, los mercados internacionales de productos básicos y el cambio de los regímenes normativos en las economías avanzadas. También se examinó la preocupación cada vez mayor que suscitaba la constante falta de un mecanismo eficaz e integral para hacer frente a las crisis de deuda soberana; en este sentido, había que aprovechar la labor de la UNCTAD en la esfera de las nuevas normas internacionales en materia de quiebra y los enfoques contractuales mejorados para la refinanciación de la deuda.

La Conferencia se clausuró el 26 de noviembre.