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Las naciones unidas defienden firmemente los beneficios de la colaboración multilateral, la apertura y el potencial transformador de la tecnología


Comunicado de prensa
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UNCTAD/PRESS/PR/2017/008
Las naciones unidas defienden firmemente los beneficios de la colaboración multilateral, la apertura y el potencial transformador de la tecnología
El Secretario General de la UNCTAD propugna el fortalecimiento de los compromisos en materia de ciencia y tecnología para el desarrollo

Geneva, Suiza, 8 mayo 2017


En la sesión de apertura del 20º período de sesiones de la Comisión de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, principal instancia del sistema de las Naciones Unidas que se ocupa de las cuestiones relativas a la ciencia y la tecnología y sus repercusiones en el desarrollo, el Dr. Mukhisa Kituyi, Secretario General de la UNCTAD, afirmó lo siguiente: “El progreso científico y tecnológico es un medio esencial para erradicar la pobreza y crear un mundo mejor para todos. No debemos verlo como una amenaza a nuestra existencia.”

El evento reunió a más de 200 participantes de 60 países, entre otros, Ministros titulares de las carteras de Ciencia y Tecnología, científicos de renombre y representantes de gobiernos nacionales, el sector privado, la sociedad civil, organismos regionales e internacionales y el mundo académico.

El Dr. Kituyi señaló que la comunidad internacional no debía ignorar las inquietudes de quienes consideraban que el desarrollo impulsado por la tecnología generaba ganadores y perdedores.

A ese respecto, añadió lo siguiente: “Las voces de quienes se muestran escépticos con respecto a los beneficios de la tecnología, el comercio y la globalización son cada vez más fuertes, casi ensordecedoras. No debemos caer en el alarmismo, la tecnofobia y el aislacionismo. Es indispensable que las Naciones Unidas sigan defendiendo firmemente los beneficios de la colaboración multilateral, la apertura y el potencial transformador de la tecnología.”

Este año, la Comisión examinará de qué manera los nuevos enfoques innovadores —incluida la innovación en favor de los pobres, los grandes desafíos y las nuevas formas de colaboración digital— pueden apoyar la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y de qué manera la ciencia y la tecnología pueden permitir a la comunidad mundial poner fin al hambre de aquí a 2030. Asimismo, en este período de sesiones se examinarán los progresos realizados en la aplicación de los resultados de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información.

Al hacer uso de la palabra en la sesión de apertura, el Excmo. Sr. Frederick Makamure Masiiwa Shava, Representante Permanente de Zimbabwe ante las Naciones Unidas en Nueva York y Presidente del Consejo Económico y Social, puso de relieve el importante papel que desempeñaba la Comisión al informar a la comunidad internacional para el desarrollo sobre la manera en que la tecnología, por su convergencia, complejidad y alcance cada vez mayores, podía ayudar a hacer realidad la Agenda para el Desarrollo Sostenible.

El Sr. Shava afirmó lo siguiente: “En su calidad de abanderada de la ciencia, la tecnología y la innovación en el sistema de las Naciones Unidas, la Comisión de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo desempeña un papel que resulta aún más decisivo y urgente a medida que la comunidad internacional se afana por lograr los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ateniéndose al principio de no dejar a nadie atrás.”

La Comisión destacó el poder transformador de la innovación en el contexto de los esfuerzos mundiales destinados a erradicar el hambre de aquí a 2030. Actualmente, 795 millones de personas, es decir, una de cada nueve personas en el mundo, la mayoría de las cuales viven en países en desarrollo, están subalimentadas. Alimentar a estas personas y paliar el déficit de alimentos que, en 2050, será del 60% con respecto a la demanda de calorías prevista, requerirán aplicaciones innovadoras en los ámbitos de la ciencia y la tecnología.

Entre esas innovaciones cabe citar la utilización de drones para tareas como el análisis de suelos y terrenos, la siembra, la fumigación de cultivos, el control de la salud animal y los riegos localizados. Se prevé que el mercado mundial de drones agrícolas generará cerca de 3.000 millones de dólares de los Estados Unidos de aquí a 2021.

Los drones no son más que una tecnología incipiente que puede tener un impacto real en la seguridad alimentaria mundial. La biología sintética (por ejemplo, la tecnología CRISPR-Cas9) puede utilizarse para curar enfermedades genéticas de los animales o desarrollar nuevas características en las plantas, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático pueden aplicarse a la agricultura de precisión, los sistemas de alerta temprana pueden utilizarse como tecnología climáticamente inteligente para reducir los riesgos de desastre, y los programas de seguros indexados para teléfonos móviles pueden ofrecer servicios financieros a los pequeños agricultores.

Los debates se centrarán en determinar cómo establecer relaciones de colaboración a nivel internacional para sacar partido a las aplicaciones científicas y técnicas, tanto convencionales como de nueva generación, en el sector de la agricultura. Se espera que los encargados de formular las políticas propongan formas nuevas y novedosas para invertir en iniciativas de investigación y desarrollo y de formación de talentos que permitan aplicar tecnologías punteras en la agricultura. Asimismo, diseñarán planes de acción concretos y formularán recomendaciones para conectar a agricultores y científicos, apoyar el acceso de las mujeres a la ciencia y la tecnología agrícolas, facilitar el intercambio de datos relativos a cuestiones agrícolas entre los países, y realizar exámenes prospectivos de las tecnologías nuevas e incipientes.

Erradicar el hambre es uno de los muchos objetivos que la comunidad internacional se ha comprometido a alcanzar de aquí a 2030. Según las estimaciones de la UNCTAD, se calcula que el monto de la financiación anual necesaria para alcanzar los ODS asciende a unos 3,9 billones de dólares de los Estados Unidos. Dado que el total de las inversiones conjuntas públicas y privadas se cifra solamente en 1,4 billones de dólares, la comunidad internacional para el desarrollo se enfrenta a un déficit financiero de 2,5 billones de dólares de los Estados Unidos.

Habida cuenta de las limitaciones de recursos que aquejan a la comunidad mundial, la Comisión examinará también cómo los nuevos enfoques sobre innovación, incluidas las innovaciones que requieren pocos recursos y favorecen a los pobres, pueden aportar soluciones novedosas en las esferas de la agricultura, la inclusión financiera y el acceso al agua, entre otras numerosas cuestiones que plantean retos mundiales de primer orden.

La innovación inclusiva no solo para los pobres, sino también por los pobres, puede requerir la movilización de recursos que permitan desarrollar las infraestructuras digitales, el capital humano y las actividades de investigación e innovación, reforzar las vinculaciones de mercado y no relacionadas con el mercado, y mejorar los instrumentos normativos.

En este 20º período de sesiones de la Comisión de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo también se presentarán los exámenes de las políticas de ciencia, tecnología e innovación del Irán y Rwanda. Estos exámenes, que realiza la UNCTAD en colaboración con interlocutores nacionales, tienen por objeto ayudar a los países a evaluar y reforzar sus sistemas de innovación y a diseñar medidas de política concretas destinadas a mejorar su competitividad económica.

La UNCTAD recibió un mandato firme para renovar y mejorar su programa sobre ciencia, tecnología e innovación en su 14ª Conferencia, celebrada en Nairobi en julio de 2016.