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República Dominicana: diversificación e innovación, claves para una mayor capacidad de resiliencia económica, según un nuevo informe


Comunicado de prensa
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UNCTAD/PRESS/PR/2020/021
República Dominicana: diversificación e innovación, claves para una mayor capacidad de resiliencia económica, según un nuevo informe

Ginebra, Suiza, 29 julio 2020

Una vez que la crisis de COVID-19 disminuya, la República Dominicana deberá elaborar nuevas políticas económicas para optimizar su potencial productivo y aumentar su resiliencia económica, según el informe Revisión de las Políticas de Transformación Productiva - República Dominicana: Preservando el crecimiento, generando resiliencia (PTPR) del país.

El informe, elaborado por el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en colaboración con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de Naciones Unidas (CEPAL) y con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), fue presentado hoy bajo el auspicio del Consejo Nacional de Competitividad y del Ministerio de Industria, Comercio y MIPYMES de la República Dominicana. 

Según el informe, el Producto Interno Bruto (PIB) de la República Dominicana creció en promedio un 5,8% anual, siendo así la economía que más rápido ha crecido en América Latina y el Caribe desde 2010. Sin embargo, el comercio y la inversión todavía continúan estando insuficientemente diversificados.

Si bien los socios comerciales del país han aumentaron de 98 en 2000 a 147 en 2017, los Estados Unidos siguen comprando más del 50% de las exportaciones dominicanas, y la economía sigue especializándose en productos básicos en lugar de productos y servicios más sofisticados.

Sin embargo, el informe destaca los importantes progresos realizados en el sector agroalimentario: la República Dominicana dedica el 8,7% de sus tierras cultivables a la producción orgánica, siendo así el segundo país de la región después de Uruguay. Al mismo tiempo, la República Dominicana es el mayor productor mundial de cacao orgánico (30% de la producción mundial) y de plátanos orgánicos (55%).

Sobreexposición a golpes externos

La pandemia provocada por el COVID-19, ha demostrado que la estructura económica del país se encuentra sobreexpuesta golpes externos. Aunque el país actuó con rapidez para limitar el contagio, las consecuencias económicas pueden ser particularmente graves para el turismo, siendo éste uno de los pilares de la economía.

De igual manera, se espera que las remesas, las cuales representan más del 7% del PBI y provienen en su mayoría de los Estados Unidos, disminuyan.

Si bien la limitada inserción en las cadenas de valor mundiales y la importancia del mercado interno y del sector público en la economía pueden ayudar a amortiguar las consecuencias económicas derivadas de la pandemia, la gran proporción de microempresas y de trabajadores informales pueden amplificar el impacto de la desaceleración económica.

Reformas sugeridas

El informe encomienda varias reformas emprendidas en el marco del plan de Estrategia Nacional de Desarrollo para 2030, ya que son medidas relevantes para abordar estas cuestiones y construir un nuevo modelo de crecimiento.

Entre ellas figuran el desarrollo de la tecnología digital en las escuelas, la digitalización de los procedimientos administrativos necesarios para la apertura de un negocio y la aprobación de un sistema nacional de infraestructura de calidad.

Sin embargo, la estrategia de desarrollo productivo del país sigue utilizando regímenes fiscales especiales para ampliar el apoyo financiero indirecto a las empresas.

Si bien ha sido fundamental para impulsar nuevas actividades, como los dispositivos médicos y las industrias creativas, este enfoque no ha sido suficiente para profundizar el potencial del empresariado local y fomentar la innovación.

Frente a este diagnóstico, los expertos y encargados de la formulación de políticas de la OCDE y las economías emergentes que contribuyeron en la realización del informe, identificaron tres prioridades para que la República Dominicana revitalice su modelo de desarrollo:

  • Fortalecer la capacidad de anticipación y adaptación al cambio, reforzando las funciones de prospección y de previsión del gobierno, y adoptando un enfoque de desarrollo local y territorial en la formulación de políticas.
  • Diversificar el comercio y la inversión, y aumentar los vínculos económicos regionales. En particular, el país debe armonizar sus esfuerzos para atraer más inversión extranjera directa (IED) con su estrategia nacional de desarrollo industrial local. De igual modo, se debe mejorar la capacidad y la autonomía del organismo que actualmente se encarga de promover la IED.
  • Impulsar la innovación mediante la creación de un organismo especializado que sea pequeño y ágil, y que cuente con un propio presupuesto, para ampliar la financiación plurianual de manera rápida y transparente. Un banco de desarrollo que funcione correctamente sería otro paso deseable para proporcionar financiación a largo plazo para el desarrollo de la producción.

El informe se benefició de la revisión por pares del Instituto de Reshoring de los Estados Unidos y el Ministerio de Agricultura de Brasil

Para saber más sobre el informe, por favor visite:

https://www.oecd.org/dev/production-transformation-policy-review-of-the-dominican-republic-1201cfea-en.htm  

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Para mayor información, contactar Annalisa Primi, Jefa, Políticas estructurales e innovación, OCDE Centro de Desarrollo – annalisa.primi@oecd.org.

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