El informe analiza las tendencias de la inversión extranjera directa (IED) en el Mercado Común de África Oriental y Austral (COMESA), un bloque económico regional de 21 países.
Fue elaborado en estrecha colaboración con la Secretaría de COMESA en Lusaka, Zambia, y la Agencia de Inversiones de COMESA con sede en El Cairo, Egipto. Las recomendaciones se alinean con el Plan Estratégico a Mediano Plazo de COMESA 2026–2030.
Aumento de la IED impulsado por energías renovables y megaproyectos
A pesar de una disminución mundial en los flujos de IED, las entradas a COMESA aumentaron un 154% hasta alcanzar un récord de 65.000 millones de dólares en 2024. Los inversores europeos y norteamericanos poseen la mayor parte del stock de IED en COMESA, encabezados por los Países Bajos y Estados Unidos.
El aumento fue respaldado en gran medida por el megaproyecto Ras El-Hekma de Egipto. Pero incluso sin ese proyecto, las entradas de IED habrían crecido un 16%, lo que confirma una mejora generalizada de la confianza inversora en la región.
La cuota de COMESA en la IED mundial se duplicó, pasando del 2% al 4%, mientras que su cuota en las entradas a economías en desarrollo aumentó del 3% al 7%.
Entre todos los grupos económicos regionales, COMESA registró el incremento más pronunciado en las entradas de IED en 2024.
Dentro del continente, COMESA destacó con entradas que más que se duplicaron, superando ampliamente el crecimiento del 34% registrado por la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) y el aumento del 12% observado en la Comunidad de África Oriental (EAC). En cambio, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) experimentó una disminución del 11%.
Fuera de África, la Asociación Sudasiática para la Cooperación Regional (SAARC) no registró crecimiento. El MERCOSUR en América Latina experimentó una disminución del 23%, mientras que la Comunidad del Caribe (CARICOM) tuvo un aumento del 24%.
La financiación internacional de proyectos casi se duplica y la inversión de nueva planta se mantiene fuerte
El informe destaca el repunte de la financiación internacional de proyectos en COMESA, que en 2024 casi se duplicó hasta los 79.000 millones de dólares, representando cuatro quintas partes del valor total en África.
Los principales motores fueron los grandes proyectos de energías renovables, ampliación de redes y construcción, en particular en Egipto, Túnez, Rwanda y Malawi.
La inversión de nueva planta también se mantuvo sólida, con 77.000 millones de dólares anunciados en 2024 (la segunda cifra más alta registrada). COMESA capturó dos tercios del valor total de inversión de nueva planta en África.
Sin embargo, la inversión sigue estando altamente concentrada. Solo cinco países — Egipto, Etiopía, Uganda, RDC, Kenia — representaron el 90% de las entradas. Mientras tanto, la inversión intra-COMESA siguió siendo extremadamente baja: solo el 3% del número de proyectos de nueva planta y el 6% del valor de inversión de nueva planta.
El informe advierte que, de no ampliarse la participación de los países, el aumento de la inversión en COMESA podría no traducirse en beneficios de desarrollo generalizados.
Patrones sectoriales muestran marcadas divergencias en 2024
Un examen más detallado de las tendencias sectoriales muestra que la energía y la construcción dominan los proyectos de inversión de nueva planta anunciados en COMESA.
La inversión en construcción aumentó casi cinco veces hasta los 24.000 millones de dólares, impulsada por los flujos hacia Egipto. Por su parte, la energía y el suministro de gas registraron un aumento del 22%, manteniéndose como el mayor sector de IED de la región.
La inversión relacionada con los ODS muestra tendencias mixtas
La inversión en sectores relevantes para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en todo COMESA arrojó un comportamiento mixto en 2024.
La inversión en energías renovables registró un fuerte aumento del 67%, consolidando el papel de COMESA como un centro creciente de proyectos de transición energética. Salud y educación experimentaron el mayor crecimiento (+130%), si bien partían de una base modesta.
En contraste, la inversión en sistemas agroalimentarios cayó un 34%, reflejando condiciones globales más estrictas de materias primas. El valor de la inversión en agua y saneamiento se redujo drásticamente un 76%, lo que señala la necesidad de apoyo financiero específico. La inversión en infraestructura se contrajo un 54% a pesar de un aumento en el valor total de la financiación internacional de proyectos, poniendo de manifiesto las persistentes limitaciones de financiamiento en infraestructura relacionada con el transporte.
Llamado a una inversión más amplia e inclusiva en COMESA
El informe resalta cinco prioridades para mantener el impulso:
- Ampliar la base de inversión más allá de un reducido grupo de economías.
- Acelerar la industrialización mediante la manufactura de valor agregado y el desarrollo de proveedores MIPYME.
- Expandir la infraestructura digital, cerrando una creciente brecha de inversiones en TIC.
- Ampliar la inversión en capital humano utilizando financiamiento combinado e innovador.
- Mejorar la recopilación de datos para respaldar la formulación de políticas basada en evidencia.