El mundo está a punto de adoptar un nuevo objetivo cuantificado colectivo (NCQG) para el financiamiento climático, con un acuerdo previsto en la COP29 en Bakú.
Este objetivo apunta a aumentar las contribuciones de los países desarrollados para alcanzar 0,89 billones de dólares a partir de 2025 y 1,46 billones de dólares para 2030, muy por encima de los actuales 100.000 millones de dólares.
Sin embargo, ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD) destaca que es crucial priorizar un financiamiento de calidad, transparente y accesible, respetando las responsabilidades comunes pero diferenciadas y las capacidades respectivas.
Los países en desarrollo necesitarán 1,1 billones de dólares para el clima a partir de 2025, alcanzando 1,8 billones para 2030. En un escenario óptimo, las economías avanzadas cubrirían las tres cuartas partes de este financiamiento, es decir, aproximadamente el 1,4 % de su PIB a partir de 2025.
La UNCTAD recomienda subvenciones y financiamientos altamente concesionales para evitar aumentar la deuda de los países en desarrollo. Insiste en la importancia de reformar la gobernanza mundial para desbloquear financiamiento adicional y maximizar el impacto de los flujos financieros para el clima.