El turismo es uno de los sectores más dinámicos y un motor clave del crecimiento económico, la creación de empleo y la reducción de la pobreza.
En 2019, antes de que la pandemia de COVID-19 afectara gravemente a la industria, representaba el 4 % del PIB mundial, el 7 % de las exportaciones y uno de cada diez empleos en todo el mundo. Con las llegadas internacionales alcanzando el 96 % de los niveles previos a la pandemia a mediados de 2024, el sector va camino hacia una recuperación total.
Pero a medida que el turismo crece, también aumenta la necesidad de garantizar que sea sostenible, inclusivo y resiliente. Sin una planificación adecuada, su expansión puede poner en riesgo los ecosistemas, aumentar las emisiones y profundizar las desigualdades sociales.
Un marco estratégico
Los Principios Rectores ofrecen un marco estratégico para alinear las inversiones en el turismo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Promueven inversiones que vayan más allá del beneficio económico, también empoderando a las comunidades, preservando el patrimonio cultural y natural, y apoyando la acción climática.
Respaldan la formulación de políticas, instituciones y normativas sólidas en todos los niveles, con el fin de fomentar un turismo sostenible alineado con prioridades nacionales. También subrayan la importancia de promover alianzas público-privadas, adoptar tecnologías innovadoras y garantizar la participación activa de las comunidades locales en la construcción del futuro del sector.
Oportunidades de inversión oportunas y estratégicas
Con una caída del 2 % en la inversión extranjera directa a nivel mundial en 2023, hasta alcanzar los 1,3 billones de dólares, canalizar capital hacia el turismo sostenible resulta tanto oportuno como estratégico. Las oportunidades van desde la movilidad con bajas emisiones y la modernización de infraestructuras, hasta el fortalecimiento de los sistemas alimentarios locales y la ampliación de soluciones circulares para la gestión de residuos.
El turismo puede generar beneficios de gran alcance, impulsando la innovación, la inclusión social y la creación de empleos de calidad en diversos sectores. Pero para liberar ese potencial, se necesitan políticas basadas en la sostenibilidad, respaldadas por una buena gobernanza y una acción colectiva.
Al aplicar estos Principios Rectores, los responsables de políticas y los inversores pueden lograr que el turismo no solo impulse las economías, sino que también promueva la equidad, proteja el planeta y contribuya a una prosperidad duradera.
“La recuperación del sector turístico no consiste únicamente en reactivar la actividad económica, sino en transformar la manera en que se concibe la inversión en el turismo, asegurando que promueva la sostenibilidad, la inclusión y la resiliencia.”
Rebeca Grynspan, Secretaria General
de ONU Comercio y Desarrollo
“El turismo destaca no solo como un motor económico fundamental, sino también como una herramienta para fomentar la comprensión entre culturas y fortalecer la cooperación global. Al aplicar estos Principios Rectores, podemos impulsar un sector turístico mundial que sea no solo rentable, sino también sostenible y transformador.”
Zurab Pololikashvili, Secretario General
de ONU Turismo
