En 2024, la economía palestina experimentó su mayor caída en medio de la escalada de hostilidades que devastó infraestructuras críticas, incluidas fábricas, empresas, hospitales, escuelas, universidades, edificios residenciales y bancos, así como activos vitales de energía, agua, telecomunicaciones y agricultura.
El desarrollo logrado en decenios se perdió en 15 meses
Las operaciones militares han tenido importantes repercusiones macroeconómicas.
- Para 2024, el producto interno bruto (PIB) del Territorio Palestino Ocupado había caído al 70% del nivel de 2022, con una contracción de la producción del 27% en comparación con 2023.
- Este descenso provocó una reducción del 33% en el PIB per cápita respecto a los niveles de 2022 y una reducción del 28% en el PIB per cápita respecto a los niveles de 2023.
- Al cierre de 2024, el PIB per cápita había retrocedido a los niveles de 2003, borrando 22 años de progreso económico en solo 15 meses.
- El costo de vida ha aumentado en todo el Territorio Palestino Ocupado, con el índice de precios al consumidor aumentando un 54% en 2024, lo que agravó una crisis de escasez y asequibilidad.
- Para octubre de 2024, la mitad de los palestinos en busca de empleo estaban desempleados, un aumento respecto al 24% en 2022.
- Se prevé que el Índice de Desarrollo Humano palestino caiga de 0,716 en 2022 a 0,643 en 2024, eliminando un cuarto de siglo de arduos avances.
La peor crisis fiscal hasta la fecha
A más de 25 años de su vencimiento previsto en 1999, el Protocolo de París sigue definiendo el mecanismo de recaudación de ingresos, mediante el cual Israel recauda los impuestos de todas las importaciones palestinas y transfiere los ingresos al Gobierno palestino mensualmente.
Este arreglo deja a más de dos tercios de los ingresos fiscales palestinos bajo control de Israel, que puede, y a menudo lo hace, suspender transferencias y aplicar deducciones unilaterales.
La crisis fiscal crónica se ha agravado desde octubre de 2023, marcando 2024 como el peor año fiscal en la historia del Gobierno palestino.
Entre enero de 2019 y abril de 2025, las deducciones acumuladas y los montos retenidos superaron los 1.760 millones de dólares, equivalentes al 12,8% del PIB en 2024 y al 44% de los ingresos netos totales palestinos.
La supervivencia de Gaza está en juego
Si bien la recesión fue grave en toda Palestina, Gaza ha experimentado el impacto más devastador.
- En 2024, el PIB se contrajo un 83% en comparación con 2023, tras una importante caída ese mismo año.
- El PIB per cápita descendió a 161 dólares, uno de los más bajos del mundo y apenas un 6,4% del máximo registrado en 2005. El colapso económico en Gaza es uno de los mayores desplomes económicos en la historia reciente.
- Las restricciones a la entrada de bienes humanitarios y comerciales provocaron un incremento de la inflación del 238%.
- El desempleo se disparó al 80%. El desempleo masivo y el aumento de los precios han llevado a toda la población de Gaza por debajo del umbral de pobreza.
- Para abril de 2025, el 70% de las estructuras en Gaza habían resultado dañadas.
- Se estima que el impacto acumulado de los bombardeos entre octubre de 2023 y mayo de 2025 condujo a una disminución del 73% en la luminosidad nocturna, un indicador de la reducción de la actividad económica.
- Según estimaciones, ya se han perdido más de 69 años de desarrollo humano.
- La crisis de Gaza es la más grave jamás registrada basándose en el conjunto de datos del Programa de Datos sobre Conflictos de Uppsala (Suecia).
En un escenario optimista de tasas de crecimiento de dos dígitos facilitado por un nivel significativo de ayuda extranjera, aun así tomaría varias décadas que Gaza volviera a los niveles de bienestar previos a octubre de 2023.
La comunidad internacional debe actuar para garantizar un alto el fuego permanente de inmediato y, una vez iniciada la recuperación, priorizar intervenciones que salven vidas, incluido el acceso a atención sanitaria esencial, tanto física como mental, agua potable y la restauración de infraestructuras básicas.
Se requieren medidas urgentes para proporcionar apoyo a los ingresos y oportunidades de empleo y salvaguardar a las pequeñas y medianas empresas vulnerables.
La propuesta de una renta básica de emergencia universal en Gaza ha cobrado mayor relevancia y urgencia, ya que toda la población enfrenta un empobrecimiento extremo y multidimensional.
