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La inteligencia artificial al servicio de los consumidores y la sociedad

15 marzo 2024

Un marco regulatorio global centrado en la transparencia, la responsabilidad y la inclusión es clave para desbloquear los beneficios de la inteligencia artificial para todos.

A customer interacts with an artificial intelligence robot in a shopping mall.
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© Shutterstock/Zapp2Photo | Un cliente interactúa con un robot de inteligencia artificial en un centro comercial.


  • El auge de la inteligencia artificial puede significar tanto un progreso como un peligro para las sociedades y la humanidad

  • Incluso con hitos como la Ley de Inteligencia Artificial, recientemente aprobada por el Parlamento Europeo, los esfuerzos de gobernanza mundial para la tecnología de IA siguen siendo insuficientes

  • El mundo debe unirse urgentemente, ya que es demasiado lo que está en juego como para no actuar


La creciente presencia de la inteligencia artificial (IA) en la vida de los consumidores ha puesto a nuestras sociedades en una encrucijada, afirmó la Secretaria General de la UNCTAD, Rebeca Grynspan, con motivo de la celebración del Día Mundial de los Derechos del Consumidor el 15 de marzo.

La Secretaria General intervino en un acto celebrado en Ginebra sobre la experiencia de los consumidores y la IA generativa, que reunió a organizaciones internacionales, empresas y grupos de defensa de los derechos de los consumidores.

La IA basada en datos, que avanza a un ritmo vertiginoso, es muy prometedora para el bienestar de los consumidores, ya que permite personalizar productos y servicios, optimizar la atención al cliente y resolver litigios en línea.

Pero, al mismo tiempo, crece la preocupación por el uso justo, responsable y ético de la IA, ya que los esfuerzos para gobernar la tecnología son insuficientes para ponerse al día en todo el mundo.

En la actualidad, un puñado de gigantes tecnológicos mundiales controlan la mayor parte de los flujos de datos y los ingresos de los servicios digitales.

Esta concentración centraliza aún más la dirección y los beneficios de la IA, lo que supone una amenaza para la competencia leal, y agrava las divisiones tecnológicas ya existentes basadas en la geografía, el género, los ingresos y la raza. 

"Los cambios rápidos requieren reacciones rápidas", instó la jefa de la UNCTAD.

La UNCTAD, principal organismo de las Naciones Unidas para la protección de los consumidores, está intensificando sus llamamientos a una mayor concienciación y a unos marcos regulatorios mundiales sólidos -incluida una nueva generación de políticas de protección de los consumidores- para garantizar que la IA beneficie a todos.

Banderas rojas

Grynspan destacó no sólo los aspectos positivos de la IA, sino también las señales de alarma si la tecnología no se controla.

En todo el mundo, miles de millones de personas corren el riesgo de quedarse atrás en la revolución de la IA: dos tercios de la población de los países menos desarrollados están desconectados y las mujeres siguen estando por detrás de los hombres en el acceso a Internet.

También se ciernen riesgos de abuso, dado que los deepfakes (manipulación de imágenes) podrían engañar masivamente a los consumidores, difundir información errónea y desestabilizar las sociedades.

Transparencia, responsabilidad, inclusión

En términos más generales, la UNCTAD contribuye a los esfuerzos en curso impulsados por el Órgano Asesor sobre Inteligencia Artificial del Secretario General de la ONU, encargado de analizar y presentar recomendaciones sobre el desarrollo y el uso éticos de esta tecnología transformadora.

Aboga por un marco global que guíe una IA justa y responsable, subrayando la necesidad de transparencia, responsabilidad e inclusión.

Esto implica que los algoritmos de IA sean más transparentes y las prácticas de recopilación de datos más responsables, en lugar de que las empresas tecnológicas cierren sus sistemas al escrutinio público.

En cuanto a la responsabilidad, los desarrolladores deben garantizar que las tecnologías de IA tengan un impacto positivo en el conjunto de la sociedad.

Además, los sistemas de IA deben ser tan diversos e inclusivos como el mundo para el que están diseñados.

Las políticas públicas deben guiar la innovación y el diseño de la IA para mitigar, en lugar de perpetuar, los prejuicios humanos arraigados en desigualdades socioeconómicas de larga data.

También deben garantizar que los bienes y servicios impulsados por la IA lleguen a las poblaciones vulnerables y marginadas.

La acción colectiva es el camino a seguir

Controlar la IA por el bien común requiere esfuerzos conjuntos.

Para los consumidores y los responsables políticos, la UNCTAD destaca un mayor empoderamiento a través de la alfabetización en IA, en términos de comprensión de cómo los sistemas de IA aprenden, toman decisiones e influyen potencialmente en las elecciones de los usuarios.

La cooperación internacional seguirá siendo crucial para ayudar a desarrollar estrategias nacionales alineadas con los principios globales, fomentando un entorno en el que la IA responsable pueda florecer y los derechos de los consumidores estén protegidos.

La UNCTAD también pide a las empresas tecnológicas que adopten prácticas éticas de desarrollo de la IA, priorizando el bienestar de los consumidores y el beneficio social por encima de los beneficios a corto plazo.

"Al igual que las generaciones anteriores abordaron sus revoluciones tecnológicas, trabajemos sin descanso para garantizar que la revolución de la IA beneficie a todos los seres humanos", concluyó Grynspan. "Que este sea nuestro legado."