MACHINE NAME = WEB 1

Para aprovechar el creciente comercio de anacardos, África debe añadir valor a sus nueces sin procesar

15 abril 2021

El continente cultiva la mayor parte de los anacardos del mundo, pero deja de aprovechar las oportunidades ofrecidas por la creciente demanda mundial por este producto, dado que sólo procesa una pequeña parte de su producción.

Trabajadores limpiando anacardos. Menos del 15% de los anacardos del continente se descascara en suelo africano. / © Renate Wefers

El mercado mundial de anacardos está creciendo rápidamente, pero los países africanos, los cuales producen más de la mitad de la oferta mundial, no están sacando todo el provecho posible de dicho desarrollo, debido a su falta de industrias de transformación, según un informe de la UNCTAD.

Entre 2000 y 2018, el comercio mundial de anacardos crudos se duplicó hasta alcanzar los 2.100 millones de kilogramos, y los productores africanos – encabezados por Costa de Marfil – fueron responsables por casi dos tercios de dicho crecimiento.

Pero los agricultores y exportadores del continente sólo obtienen una fracción del precio final pagado por los consumidores, según el informe Commodities at a Glance: Special issue on cashew nuts.

"Los países que cultivan anacardos, pero no los procesan a una escala significativa sólo retienen una pequeña parte del valor creado cuando los anacardos viajan de la granja a la tienda", dijo Miho Shirotori, que dirige el trabajo de la UNCTAD sobre negociaciones comerciales y diplomacia comercial.

"Los agricultores, exportadores y trabajadores africanos están perdiendo una gran cantidad de oportunidades", dijo Shirotori.

Por qué los productores africanos pierden oportunidades

Los anacardos prosperan en los climas tropicales de 20 países de África occidental y oriental, donde se cultivan cerca del 90% de los anacardos sin procesar comercializados en el mercado mundial. Tras Costa de Marfil, los principales productores son Tanzania, Nigeria, Benín, Guinea-Bissau, Mozambique y Ghana.

Pero menos del 15% de los anacardos del continente se descascara en suelo africano. El resto se exporta principalmente a Asia, donde se descascara el 85% de los anacardos del mundo, lo que añade valor al producto. Dos naciones asiáticas -India y Vietnam - representaron casi el 98% de las importaciones mundiales de anacardos crudos entre 2014 y 2018.

Se añade aún más valor a los anacardos en Europa y América del Norte, donde el 60% de los anacardos comercializados son tostados, salados y envasados antes de ser consumidos durante un aperitivo o como un ingrediente de una bebida, barrita de nueces u otro producto.

El coste de la insuficiente capacidad de procesamiento

Aunque sea difícil calcular cuánto pierden los productores africanos, el informe ofrece cálculos indicativos.

En 2018, por ejemplo, el precio de exportación a la Unión Europea de los anacardos descascarados en India era unas 3,5 veces superior al precio pagado a los agricultores de Costa de Marfil por sus anacardos sin procesar, una diferencia de precio del 250%.

Además, tras una segunda transformación en la UE, el precio pagado por los anacardos era unas 2,5 veces mayor que cuando se exportaron desde la India, y unas 8,5 veces más que cuando salieron de las plantaciones en Costa de Marfil.

“Esto demuestra el enorme potencial que existe en términos de añadir valor a los anacardos sin procesar exportados por países africanos productores, 14 de los cuales están clasificados como países menos adelantados,” dijo Shirotori. "Y la creación de valor puede conducir a mejores salarios para los trabajadores y más dinero para la economía local".

Los anacardos pueden contribuir a reducir la pobreza

El informe destaca el potencial de los anacardos para contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en particular el de la reducción de la pobreza.

"Dado que la producción suele tener lugar en pequeñas explotaciones, existe un vínculo directo entre el valor añadido del sector del anacardo y la reducción de la pobreza", indica el reporte, destacando el hecho de que los anacardos son una fuente de ingresos para unos 3 millones de pequeños agricultores en África.

Aunque África es el continente donde el potencial de los anacardos como herramienta para luchar contra la pobreza es mayor, se puede decir lo mismo para las demás naciones donde se cultivan anacardos, en Asia y en América Latina y el Caribe.

El informe destaca que los 46 países que producen anacardos "a escala significativa" son economías en desarrollo, 18 de los cuales están clasificadas como "países menos adelantados" (PMA).

"África no es el enfoque del informe", dijo Stefan Csordas, autor principal del mismo. "Pero dado que el continente produce más de la mitad de la oferta mundial y es donde se encuentran 14 de los PMA que producen anacardos, África ocupa un lugar destacado en el análisis".

Una docena de los otros países que cultivan anacardos son asiáticos (cuatro son PMA). Ellos representan el 43% de la producción mundial. Los otros 14 países productores se encuentran en la región de América Latina y el Caribe y producen el 5% de la oferta mundial.

Nuevas oportunidades de mercado

Una serie de tendencias en el mercado mundial mencionadas en el informe podría abrir nuevas oportunidades para los procesadores africanos. Entre ellas se encuentran la creciente preferencia de los consumidores por snack más saludables y su mayor demanda por productos alimentarios que tengan un menor impacto negativo sobre el medio ambiente y que sean producidos de manera más ética.

"La trazabilidad, la transparencia y la sostenibilidad de las cadenas de suministro de alimentos son cada vez más importantes para los consumidores y los proveedores", dice el informe, agregando que los procesadores africanos podrían sacar provecho de esta tendencia, visto que se abastecen de anacardos sin procesar locales, evitando así recurrir a largas cadenas de suministro.

Por lo tanto, los procesadores africanos que puedan cumplir con las normas mundiales de calidad y seguridad alimentaria, las cuales son cada vez más exigentes, podrían aprovechar la creciente demanda de productos orgánicos. En la UE, por ejemplo, la venta de tales productos creció un 121% entre 2009 y 2019.

Se necesitan mejores políticas

Aunque la columna vertebral de la industria africana del anacardo debe ser un suministro estable de nueces crudas de alta calidad, el informe afirma que los procesadores también necesitan un entorno político "que les permita operar con costes de transformación competitivos y facilite su acceso a los principales mercados de exportación".

Por lo tanto, los responsables políticos de los países africanos debe tener en cuenta toda la cadena de valor del anacardo: producción, transformación y comercio. Según el informe, esto incluiría lo siguiente:

  • Garantizar el acceso de los agricultores a plántulas de calidad, nuevos conocimientos tecnológicos y mejor información de mercado.
  • Aumentar la formación de los agricultores en materia de espíritu empresarial y gestión de la producción de anacardos, incluidas las prácticas de cosecha y postcosecha.
  • Apoyar la investigación pública que ayude a identificar las prácticas y tecnologías agrícolas que mejor funcionan en las condiciones ambientales y económicas locales.
  • Mejorar la infraestructura rural, incluidas las carreteras secundarias, para mejorar la conectividad entre los sitios de producción de anacardos y los lugares de procesamiento.
  • Facilitar la entrada en el mercado gracias al desarrollo de habilidades técnicas y un mejor acceso a la información de mercado.
  • Reforzar la capacidad de los procesadores de anacardo para cumplir con las normas de calidad en mercados exteriores.
  • Promover el desarrollo de subproductos del anacardo, como las bebidas a base de manzanas de anacardo (el fruto), que normalmente se descartan como residuos.
  • Fomentar la cooperación entre las regiones productoras de anacardo para mejorar la estabilidad del mercado africano, limitar los cuellos de botella de la oferta y reducir los incentivos para el contrabando transfronterizo.

Tales medidas de política reforzarían las capacidades productivas de los países africanos – es decir, los recursos productivos, las capacidades empresariales y los vínculos de producción que determinan la capacidad de una economía para producir y añadir valor a bienes y servicios.

El Índice de capacidades productivas de la UNCTAD evalúa el grado de desarrollo de las capacidades productivas en cada país, lo que permite a los gobiernos de seguir, a lo largo del tiempo, los resultados de sus países.