Las materias primas son un motor vital del comercio mundial, ya que aportan un tercio del valor total. Pero es el valor añadido la clave de unas economías más diversas y resilientes.

© Shutterstock/Sunshine Seeds | Minería de platino en Rustenburg, Sudáfrica.
El mundo aún tiene un largo camino por recorrer para romper la dependencia de los productos básicos, situación en la que un país obtiene más del 60% de sus ingresos por exportación de mercancías de los productos básicos.
Estos productos pueden clasificarse en tres categorías: energía, minería y agricultura, ya sea el trigo o el café que consumimos, o metales como el cobre y el litio que contribuyen a nuestra vida cotidiana.
Pero la arraigada dependencia de estos productos primarios -que desde hace tiempo es motivo de preocupación mundial- obstaculiza el desarrollo industrial y amenaza la estabilidad fiscal de los países cuando los precios mundiales se vuelven volátiles.
Resulta alarmante que la dependencia de los productos básicos se dé en economías estructuralmente débiles y vulnerables, afectando a más del 80% de los países menos adelantados y de los países en desarrollo sin litoral, y aproximadamente al 60% de los pequeños Estados insulares en desarrollo.
En general, dos tercios de los países en desarrollo (95 de 143) seguirán dependiendo de los productos básicos entre 2021 y 2023, según la última edición del informe El estado de la dependencia de los productos básicos, publicado por ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD) el 21 de julio.
La dependencia es especialmente acentuada en los países de África Central y Occidental, la mayoría de los cuales obtienen más de un asombroso 80% de sus ingresos de exportación de productos primarios.
También se observan pautas similares en Asia Central y Sudamérica, donde la riqueza en recursos desempeña un papel central en el comercio.
El informe advierte de que, sin más esfuerzos por diversificar las economías y añadir valor, los países corren el riesgo de desaprovechar las oportunidades de convertir su riqueza en materias primas en motores de un crecimiento sostenible y resiliente.
El comercio de productos básicos sigue siendo importante, pero en menor medida
Las exportaciones de productos básicos siguen siendo fundamentales para la economía mundial, ya que representan el 32,7% del comercio internacional en términos de valor entre 2021 y 2023, ligeramente por debajo del 35,5% de una década antes.
Comparando los mismos periodos, el valor del comercio mundial de mercancías aumentó un 25,6%, mientras que el del comercio de productos básicos creció con relativa lentitud, solo un 15,5%.
El cambio subraya que los países que exportan principalmente materias primas podrían perderse los beneficios más amplios del comercio mundial, cada vez más impulsado por la diversificación, la innovación y la producción de valor añadido.
Análisis sectorial: Energía a la baja, agricultura y minería al alza
Los productos energéticos siguieron dominando el comercio mundial de materias primas, representando el 44,5% del valor total durante 2021-2023.
Pero esa proporción fue significativamente inferior a la de una década antes, del 52,1%, debido en gran parte a la bajada de los precios del petróleo y a los cambios en la demanda de energía -incluida la transición a fuentes renovables-, que están reconfigurando los flujos comerciales mundiales.
Mientras tanto, las exportaciones de productos agrícolas crecieron un 34% hasta alcanzar los 2,3 billones de dólares, la mayoría de los cuales procedían de productos alimentarios.
Los productos mineros, como minerales, menas y metales, les siguieron de cerca con un aumento del 33,4% en el valor de las exportaciones, con una media anual de 1,65 billones de dólares durante 2021-2023.
Exportaciones de materias primas: Asia a la cabeza mientras la posición de África se debilita
Entre 2021 y 2023, Asia y Oceanía mantuvieron su posición como la mayor fuente mundial de exportaciones de productos básicos, con un 37,1% del total mundial.
Los países de Asia Occidental contribuyeron con una parte significativa, siendo los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí responsables de más de la mitad del total subregional.
En cambio, las exportaciones africanas de productos básicos disminuyeron un 5,6%, debido sobre todo a la reducción de los productos energéticos de Nigeria, Angola y Argelia, principales exportadores de petróleo del continente.
Como resultado, los ingresos totales de África procedentes de la exportación de productos básicos disminuyeron en más de 25.000 millones de dólares con respecto a la década anterior, contrarrestando el crecimiento de los sectores agrícola y minero.
Con las políticas adecuadas, la transformación económica es posible
El informe El estado de la dependencia de los productos básicos 2025 ofrece perfiles estadísticos actualizados de 195 Estados miembros de la UNCTAD, en los que se analiza cómo han cambiado sus exportaciones e importaciones de productos básicos entre 2021-2023 y 2012-2014.
Mientras que 99 países siguieron dependiendo de los productos básicos, el número total de países en esta categoría ha disminuido ligeramente de 106 a 103 entre los dos períodos estudiados.
Cabe destacar que países como Indonesia y Guatemala han logrado reducir su dependencia de los productos básicos por debajo del umbral del 60%, lo que demuestra que una combinación de políticas específicas, inversiones estratégicas y un mayor acceso a los mercados están contribuyendo a crear economías más diversificadas y resilientes.
La serie de informes, disponible cada dos años, sirve de herramienta para el cambio en esta dirección, ayudando a los países a identificar los riesgos y oportunidades vinculados a la riqueza en materias primas.
Armados con los tan necesarios datos, los responsables políticos, los economistas y los socios para el desarrollo pueden evaluar mejor las vulnerabilidades, aprovechar las oportunidades y diseñar estrategias eficaces para la diversificación económica, la adición de valor y el desarrollo sostenible.