COVID-19 transformará significativamente la producción internacional, dice informe de las NACIONES UNIDAS
La producción internacional se enfrenta a una transformación significativa en la próxima década, ya que la pandemia de COVID-19 amplifica los desafíos existentes, según el Informe sobre las inversiones en el mundo 2020 de la UNCTAD.
La UNCTAD ha monitoreado e informado sobre la inversión extranjera directa (IED) y las actividades de las empresas multinacionales (EMN) durante los últimos 30 años, durante los cuales la producción internacional ha experimentado fluctuaciones significativas.
Tras la crisis financiera mundial del 2008, a pesar de una breve recuperación, los flujos de inversión transfronteriza en activos productivos físicos dejaron de expandirse, junto con un lento crecimiento del comercio y una desaceleración de las cadenas de valor mundiales (CVM) (figura 1).
Las tendencias existentes, las cuales resultan de los desafíos del creciente nacionalismo económico, la nueva revolución industrial y el imperativo de la sostenibilidad ya estaban convergiendo hacia un punto de ebullición y el brote de la pandemia parece haber acelerado el proceso (figura 2).
"La gran transformación en curso en la producción internacional tendrá un profundo impacto en los países en desarrollo en la próxima década. Esto puede requerir importantes replanteamientos de políticas”, dijo el Secretario General de la UNCTAD, Mukhisa Kituyi.
Tendencias tecnológicas que configuran la producción internacional
El informe de este año describe tres tendencias tecnológicas claves de la nueva revolución industrial (NIR), las cuales delinearán la producción internacional: automatización habilitada por la robótica, digitalización mejorada de la cadena de suministro y manufactura aditiva.
El ritmo y el alcance de la nueva adopción tecnológica dependerán en parte del entorno político para el comercio y la inversión, cuya tendencia es hacia un mayor intervencionismo, un aumento del proteccionismo y un cambio hacia marcos operativos regionales y bilaterales.
También dependerán de las preocupaciones de sostenibilidad, incluidas las diferencias entre países y regiones en cuanto a los objetivos de emisiones y las normas de impacto ambiental, sociales y de gobierno corporativo, los cambios en los productos y procesos impulsados por el mercado y las medidas para aumentar la resiliencia de las cadenas de suministro.
Los efectos en la producción internacional de las tendencias tecnológicas, la política y la sostenibilidad son multifacéticos y se reproducirán de manera diferente entre las industrias y regiones, aterrizando en cuatro posibles trayectorias: repatriación, diversificación, regionalización y replicación (figura 3).
Desafíos y oportunidades
La transformación de la producción internacional en la era post-pandemia traerá desafíos y oportunidades para los responsables de la inversión y el desarrollo de políticas.
"Enfrentar los desafíos y capturar las oportunidades requiere un cambio en el paradigma de desarrollo de inversiones", dijo el Director de la División de Inversión y Empresa de la UNCTAD, James Zhan
Es probable que los principales desafíos de la nueva era de la producción internacional impliquen un aumento de la desinversión, deslocalizaciones, desvío de inversiones y un grupo cada vez menor de inversiones que buscan eficiencia, lo que implica una competencia más dura por la IED.
Los cambios en los determinantes de la ubicación de la inversión afectarán negativamente la capacidad de los países en desarrollo para atraer operaciones de EMN. Por el contrario, es probable que surjan nuevas oportunidades debido a que los inversores buscan diversificar las bases de suministro para mejorar la resiliencia de la producción.
Las cadenas de valor más cortas que conducen a la manufactura distribuida de bienes finales y las plataformas digitales pueden permitir nuevas aplicaciones y servicios, así como mejorar el acceso ascendente a las CVM.
A más largo plazo, la resiliencia de las cadenas de suministro es crucial para el crecimiento económico y la creación de empleo, y para las perspectivas de desarrollo de los países vulnerables y de bajos ingresos.
La recuperación dependerá de que los encargados de la formulación de políticas salvaguarden un entorno de política comercial e inversión que favorezca un ajuste gradual de las redes internacionales de producción.
Los gobiernos se enfrentarán al desafío de hacer frente a los acontecimientos adversos, pero al mismo tiempo tendrán muchas oportunidades de capitalizar las vías emergentes.
"El contexto cambiante de la producción internacional exige un grado de reequilibrio hacia el crecimiento basado en la demanda regional y en los servicios", dijo el Sr. Zhan.
Añadió: "El nuevo escenario también es probable que implique reorientar las estrategias de desarrollo hacia la atracción de inversiones en la construcción de infraestructura productiva y el fomento de servicios, así como la inversión en las economías ecológica y oceánica".
Figura 1 – IED, Comercio, PIB, CVM, 1990-2019 (IED, comercio y PIB indexados, 2010 = 100; CVMs, porcentaje)
Fuente: UNCTAD, Informe sobre las inversiones en el mundo 2020
Note: comercio es exportación global de bienes y servicios. La participación de CVM en el comercio está aproximada al valor agregado extranjero de las exportaciones, basado en la base de datos UNCTAD-Eora GVC.
Figura 2: La producción internacional en la “tormenta perfecta”
Source: UNCTAD, Informe sobre las inversiones en el mundo 2020.
Figura 3 – Representación gráfica de las trayectorias
Source: UNCTAD, Informe sobre las inversiones en el mundo 2020.