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Informe de la UNCTAD: “el territorio palestino ocupado registra la mayor tasa de desempleo del mundo”


Comunicado de prensa
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UNCTAD/PRESS/PR/2018/024
Informe de la UNCTAD: “el territorio palestino ocupado registra la mayor tasa de desempleo del mundo”

Geneva, Suiza, 12 septiembre 2018
El desempleo en el Territorio Palestino Ocupado experimentó un aumento superior al 27% —la tasa más alta del mundo. Además, se redujo la renta per cápita y la producción agrícola se contrajo en un 11%, dado el empeoramiento de las condiciones socioeconómicas, según afirma la UNCTAD en su informe anual sobre la asistencia al pueblo palestino.

En el informe también se señala que las condiciones adversas impuestas por la ocupación israelí afectan desproporcionadamente a las mujeres y los jóvenes.

En el informe se advierte que la disminución del apoyo de los donantes, la suspensión de la reconstrucción de Gaza y la insostenibilidad de un consumo, tanto público como privado, financiado mediante el crédito, son malos augurios para las perspectivas del crecimiento. El futuro de la economía palestina se ve ensombrecido por la actual confiscación de tierras y recursos naturales que lleva a cabo la Potencia ocupante.

“El derecho internacional obliga a Israel y la comunidad internacional a, no solo evitar las medidas que supongan trabas al desarrollo, sino a adoptar medidas afirmativas para fomentar el desarrollo en el Territorio Palestino Ocupado”, afirma Mahmoud Elkhafif, Coordinador de la Dependencia de Asistencia al Pueblo Palestino.

Sin embargo, Israel no ha atenuado las restricciones y el apoyo de los donantes se ha reducido de golpe a un tercio de su nivel de 2008.
 
Anexión gradual en la Ribera Occidental y expansión de los asentamientos ilegales

En 2017 y principios de 2018, se aceleró la construcción de asentamientos, a pesar de la resolución A/RES/ES-10/19, de 21 de diciembre de 2017, de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que esta afirma “que todas las decisiones y los actos que pretendan haber modificado el carácter, el estatuto o la composición demográfica de la Ciudad Santa de Jerusalén no tienen efecto jurídico alguno, son nulos y sin valor y deben revocarse en cumplimiento de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad”.

En el informe se destacan las pruebas de anexión gradual de grandes partes de la Ribera Occidental, que supone además el traslado de población israelí a los asentamientos, la salida por la fuerza de la población palestina, una inversión de más de 19.000 millones de dólares en la construcción de los asentamientos, la ampliación de la jurisdicción interna de Israel a los colonos y la proliferación de medidas económicas, sociales, políticas y administrativas que intensifican la integración de los asentamientos en el sistema del Estado de Israel. 
 
Un bloqueo de más de diez años y la aceleración del “desdesarrollo” de Gaza

En el informe se señala que en el undécimo año de bloqueo el caso de la Franja de Gaza se ha visto reducido al de una crisis humanitaria, que es causa de un gran sufrimiento y la hace dependiente de la asistencia.

La capacidad productiva de Gaza ha quedado reventada por tres grandes operaciones militares y un bloqueo aéreo, marítimo y terrestre con efectos paralizantes. La campaña militar llevada a cabo por Israel entre 2008 y 2009 borró del mapa a más del 60% del stock total de capital productivo de Gaza y la huelga de 2014 destruyó el 85% del capital restante. Entre los bienes de producción destruidos figuran carreteras, centrales eléctricas, establecimientos industriales y comerciales y tierras agrícolas, así como otros tipos de infraestructura y bienes conexos.

En 2012, Naciones Unidas advirtió que, a menos que se invirtieran las tendencias imperantes, Gaza sería inhabitable, es decir, no apta para que en su territorio pudiesen vivir seres humanos en 2020, como muy tarde. Desde entonces, según el informe, se han deteriorado todos los indicadores socioeconómicos y la situación en Gaza es actualmente peor.

Los esfuerzos de recuperación han sido débiles y se han centrado exclusivamente en la ayuda humanitaria, según se afirma en el informe. Esta situación apenas permite dedicar recursos para el desarrollo y la reactivación de la economía productiva. En la actualidad, la renta per cápita real de Gaza es inferior en un 30% a la de finales de siglo pasado. Se han generalizado la pobreza y la inseguridad alimentaria, aun cuando el 80% de la población reciba asistencia social.

Además, se ha agudizado la larga crisis de suministro eléctrico en Gaza. A principios de 2018, los hogares tenían por término medio dos horas diarias de suministro eléctrico y las penurias seguían afectando gravemente a las actividades cotidianas al impedir el desarrollo de actividades productivas y la prestación de servicios básicos.

El persistente despojo de los derechos económicos, sociales y humanos se cobra un elevado precio en el tejido social y la salud psicológica de las personas que residen en Gaza, como así lo acreditan la gran incidencia de trastornos por estrés postraumático y las elevadas tasas de suicidio. Por ejemplo, en 2017, unos 225.000 niños, o sea más del 10% de la población total, necesitaban apoyo psicosocial.

En el informe de la UNCTAD se afirma que, para lograr una recuperación sostenible, es necesario con carácter prioritario levantar por completo el bloqueo israelí, reunificar Gaza y la Ribera Occidental desde el punto de vista económico y superar la crisis energética, entre otras medidas, así como posibilitar que la Autoridad Nacional Palestina pueda explotar los yacimientos de gas natural que se encuentran en el mar Mediterráneo y que fueron descubiertos en los años noventa. 
 
Un comercio palestino encadenado

Las restricciones que impone Israel al comercio palestino son la lista de doble uso, que no permite a los palestinos importar una amplia gama de bienes de uso civil que pudieran tener una aplicación militar, dice el informe. En la lista figuran factores de producción esenciales como maquinaria de construcción civil, piezas de repuesto, fertilizantes, productos químicos, equipos médicos, aparatos, equipos de telecomunicaciones, metales, tuberías de acero, maquinaria industrial, equipos ópticos y asistentes de navegación. Esta prohibición implica unos elevados costos económicos y agudiza los conflictos y la inestabilidad política al socavar el empleo, los salarios y las condiciones de vida del pueblo palestino.

Bastaría con eliminar las restricciones israelíes al comercio y la inversión palestinas para que la economía del Territorio creciese hasta un 10%, mientras que con el statu quo solo se puede garantizar un desempleo típico de fases de depresión y la pobreza extrema, según el informe. 
 
Una unión aduanera defectuosa, desigual y perjudicial para el desarrollo

El informe de la UNCTAD pone de manifiesto los efectos perjudiciales de la unión aduanera establecida en 1967 y formalizada en el Protocolo de París de 1994, en virtud del cual se establece un régimen de libre comercio entre Israel y el Territorio Palestino Ocupado y un mismo arancel exterior para las dos economías en su comercio con el resto del mundo.

La unión aduanera es intrínsecamente defectuosa debido a las diferencias estructurales entre las dos economías y sus muy diferentes grados de desarrollo económico. Los resultados de esa unión se ven agravados por la falta de cooperación y el establecimiento y la aplicación selectiva y unilateral de sus disposiciones por Israel. De hecho, el Territorio Palestino Ocupado está aislado de los mercados mundiales más competitivos, lo que a su vez fomenta un nivel extremadamente alto de desviación del comercio en favor de Israel, según se afirma en el informe.

En el análisis se expone que, entre 1972 y 2017, Israel absorbió el 79% del total de las exportaciones palestinas y que el 81% de las importaciones palestinas procedían de ese país.

A fin de acabar con el ciclo de desposesión y “desdesarrollo”, el informe de la UNCTAD recomienda sustituir la obsoleta unión aduanera por un nuevo marco que permita a la Autoridad Nacional Palestina ejercer plenamente su control sobre su territorio aduanero, sus fronteras y sus políticas comercial e industrial.
 
El alto riesgo de unas recetas de austeridad y de políticas inadecuadas

El análisis de la UNCTAD indica que no hay evidencia de que el déficit presupuestario del Territorio Palestino Ocupado sea la causa del déficit comercial y sugiere además que los dos déficits son síntomas de un déficit de recursos fomentado por una ocupación que propicia la dependencia de las transferencias desde el extranjero y obliga a los trabajadores palestinos a buscar empleo fuera del Territorio Palestino Ocupado.

La UNCTAD sostiene que, en las circunstancias actuales, las recetas de política que exigen nuevas medidas de austeridad fiscal podrían frenar el crecimiento y elevar el desempleo sin ninguna repercusión en el déficit comercial.

En el informe se advierte que las recetas inadecuadas de austeridad fiscal pueden cobrarse un elevado precio y someter a una mayor presión a la ya de por sí frágil situación socioeconómica y política del Territorio Palestino Ocupado.
 
Apoyo de la UNCTAD al pueblo palestino

En el último año la UNCTAD ha seguido prestando apoyo al pueblo palestino prestando servicios de asesoramiento, estudios de investigación y de políticas, proyectos de cooperación técnica y actividades de capacitación y formación dirigidas a técnicos palestinos de los sectores público y privado.