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Informe de la UNCTAD insta a adoptar un planteamiento de "mosaico" para la agricultura y potenciar el apoyo a los pequeños agricultores


Comunicado de prensa
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UNCTAD/PRESS/PR/2013/043
Informe de la UNCTAD insta a adoptar un planteamiento de "mosaico" para la agricultura y potenciar el apoyo a los pequeños agricultores
El Informe sobre el comercio y el medio ambiente dice que es preciso valorar la agricultura a pequeña escala por los servicios ambientales que presta

Geneva, Suiza, 18 septiembre 2013

Un nuevo informe de la UNCTAD recomienda a países, tanto ricos como pobres, que su agricultura pase del monocultivo a una mayor diversificación de los productos, reduzca el uso de fertilizantes y otros insumos, dé un mayor apoyo a los pequeños agricultores y se focalice más en la producción y el consumo local de alimentos.

En el Informe sobre el comercio y el medio ambiente 2013 se advierte que es preciso considerar como una crisis colectiva la constante pobreza rural, el hambre persistente en el mundo, el crecimiento de las poblaciones y el aumento de los motivos de preocupación por el medio ambiente. Según se afirma en él, son necesarias medidas urgentes y profundas antes de que el cambio climático empiece a causar importantes problemas a la agricultura, especialmente en los países en desarrollo.

Hoy se ha publicado el Informe, cuyo subtítulo es "Actuar antes de que sea demasiado tarde: hacer que la agricultura sea verdaderamente sostenible en aras de la seguridad alimentaria en un clima cambiante". Más de 60 expertos internacionales contribuyeron al análisis del tema que se hace en el Informe. En el estudio se señala que solo la escala en la que los métodos de producción tendrían que modificarse con arreglo a esas propuestas plantea desafíos considerables. Además, sería necesario corregir los desequilibrios existentes entre el lugar donde se producen los alimentos y donde son necesarios para reducir el poder de las asimetrías que existen en cuanto a los insumos agrícolas y los mercados de transformación de los alimentos, y además adaptar las normas comerciales actuales para favorecer la agricultura.

En el Informe sobre el comercio y medio ambiente 2013 se recomienda un rápido y significativo alejamiento de la "producción industrial, convencional y basada en el monocultivo de alimentos", que depende enormemente de insumos externos como fertilizantes, productos agroquímicos y piensos concentrados. En cambio, según se afirma en el Informe, el objetivo deben ser "mosaicos de sistemas de producción regenerativa y sostenible que además mejoren considerablemente la productividad de los pequeños agricultores y fomenten el desarrollo rural". En el Informe se incide en que los gobiernos deben encontrar formas de calcular y recompensar a los agricultores por los bienes públicos que actualmente no se pagan, como la conservación del agua potable, el suelo y el paisaje, la protección de la biodiversidad y el espacio de recreo.

En el Informe se prevé que el cambio climático tenga un impacto drástico en la agricultura, sobre todo en las regiones en desarrollo con mayor crecimiento demográfico en el futuro, como el África Subsahariana y el Asia Meridional. El crecimiento mucho más lento de la productividad agrícola en el futuro y el rápido aumento de la población en las regiones más vulnerables es casi seguro que empeoren problemas actuales como el hambre, la sequía, el aumento de precios de los alimentos y el acceso a la tierra. Estas presiones fácilmente pueden propiciar migraciones en masa y tensiones y conflictos internacionales a causa de alimentos y recursos como el suelo y el agua.

En el Informe se menciona una serie de tendencias que conjuntamente indican una crisis en gestación:
• Los precios de los alimentos crecieron entre 2011 y mediados de 2013 casi un 80% respecto al período 2003-2008;
• El uso de fertilizantes en el mundo se ha multiplicado por ocho en los últimos 40 años, aun cuando en ese período la producción mundial de cereales solo se haya duplicado;
• Recientemente las tasas de crecimiento de la productividad agrícola se han reducido de un 2% anual a menos de un 1%;
• Hay dos tipos de daños ambientales irreparables que ya han sido causados por la agricultura: la contaminación del suelo y el agua por el nitrógeno y la pérdida de biodiversidad;
• Los gases de efecto invernadero emitidos por la agricultura son la mayor fuente del calentamiento mundial en el Sur. Asimismo, son los que han experimentado el crecimiento más rápido (junto con las emisiones del transporte);
• En los últimos años la adquisición de tierras por extranjeros en los países en desarrollo (a menudo calificada de "acaparamiento de tierras") ha alcanzado un valor que supera entre cinco y diez veces el de la asistencia oficial para el desarrollo.

Sin embargo, lo más importante de todo son los problemas persistentes como el hambre, la malnutrición y el acceso a los alimentos. En el informe se observa que casi 1.000 millones de personas actualmente padecen hambre y otros 1.000 millones están desnutridas, a pesar de que la producción agrícola mundial actual ya proporciona suficientes calorías para alimentar a una población de entre 12.000 y 14.000 millones. Alrededor del 70% de los hambrientos o desnutridos son pequeños agricultores o trabajadores agrícolas, lo que indica que la pobreza y el acceso a los alimentos son los retos más apremiantes.

Según el Informe, el monocultivo y los métodos de la agricultura industrial no están proporcionando alimentos suficientes a precios asequibles cuando es necesario, mientras que los daños ambientales causados por este planteamiento no cesan de crecer y son insostenibles. Se afirma además que la máxima prioridad debe ser posibilitar que los pobres de las zonas rurales sean autosuficientes en alimentos o puedan obtener con la agricultura ingresos suficientes para adquirirlos.

En el Informe se destaca que es necesario un cambio para adoptar pautas diversas de producción que reflejen la "multifuncionalidad" de la agricultura y potencien ciclos cerrados de nutrientes. Además, como los costos ambientales de la agricultura industrial en gran parte no se contabilizan, los gobiernos deben actuar para garantizar que se cultiven más alimentos allí donde se necesiten. Se recomienda ajustar las normas comerciales para alentar "una producción de alimentos lo más regionalizada o localizada posible y que los alimentos que se comercialicen se ajusten estrictamente a las necesidades reales".

La antigua estrategia de confiar en los mercados internacionales para satisfacer la demanda de alimentos básicos y al mismo tiempo de especializarse en la producción y exportación de productos agrícolas que son comercialmente "lucrativos", recientemente parece haber dejado de dar los resultados deseados, ya que se ha basado en dos premisas: el bajo precio de los alimentos de primera necesidad y la inexistencia de escasez de oferta en los mercados internacionales, condiciones que han cambiado drásticamente desde el cambio de siglo, como se señala en el Informe. Asimismo, la globalización ha alentado un elevado grado de especialización. Como se afirma en el Informe, la consecuencia ha sido una producción cada vez a mayor escala de una variedad cada vez más reducida de cultivos, que ha ejercido una enorme presión sobre los costos. Todo ello ha agravado la crisis ambiental de la agricultura y ha reducido su resiliencia.