Según el World Investment Report1 (Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2014), las entradas de inversión extranjera directa (IED) en los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) menguaron un 16% en 2013, situándose en 5.700 millones de dólares, después de dos años de recuperación. Las corrientes de inversión disminuyeron en todas las subregiones, aunque de forma desigual: los PEID de África registraron la merma más grande (un 41%, hasta 499 millones de dólares), seguidos de los de América Latina (un 14%, hasta 4.300 millones de dólares). Los PEID de Asia y Oceanía experimentaron un descenso leve del 3%, llegando a 853 millones de dólares.
El informe, que pone la mira en los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), se Investing in the SDGs: An Action plan (Invertir en los ODS: un plan de acción).
El desarrollo de los PEID entraña retos especiales, que las Naciones Unidas reconocieron oficialmente en 1994. En septiembre de 2014 se celebrará en Samoa una tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los PEID. Para esa ocasión, el Informe sobre las Inversiones en el Mundo ha realizado un examen decenal de la IED en 29 pequeños Estados insulares en desarrollo2.
Los PEID del Caribe han atraído tradicionalmente el grueso de la IED en este grupo de países. Su proximidad al gran mercado norteamericano y su dependencia económica de él figuran entre los principales factores que explican su mayor atractivo, en comparación con los PEID de otras regiones. Sin embargo, los PEID de África, Asia y Oceanía experimentaron un crecimiento relativamente mayor de la IED durante los años 2000, aumentando su cuota en las entradas totales de IED del grupo de un 11% en 2001-2004 a un 20% en 2005-2008 y a un 29% en 2009-2013.
Aunque las corrientes de inversión extranjera directa hacia los PEID son muy pequeñas en cifras relativas -solo representaron el 0,4% de las corrientes totales de IED en el período 2001-2013-, son muy altas en comparación con el tamaño de las economías de esos Estados. La relación entre las entradas y el PIB corriente en 2001-2013 duplicó con creces el promedio correspondiente a otras economías en desarrollo y en transición. Las entradas relativamente elevadas de ese grupo de países son el resultado de las ventajas fiscales que varios PEID ofrecen a los inversores extranjeros, y de un número reducido de inversiones muy grandes en industrias extractivas.
El interés del inversor extranjero en realizar proyectos de inversión en los pequeños Estados insulares en desarrollo puede estimarse, en parte, por el monto de la inversión anunciada en proyectos nuevos en este grupo de países. Las empresas transnacionales (ETN) de los países desarrollados anunciaron casi dos tercios de ese monto para 2003-2013. Los países ricos en recursos, como Papua Nueva Guinea, Trinidad y Tabago y Timor-Leste, fueron el foco del 63% de esas inversiones anunciadas de las ETN. Las empresas transnacionales de las economías en desarrollo y en transición han centrado su interés principalmente en Papua Nueva Guinea, Maldivas, Mauricio y Jamaica, que en conjunto representan el 89% de la inversión total anunciada de esas ETN (véase el cuadro 1).
La dotación de recursos de los pequeños Estados insulares en desarrollo, principalmente de recursos naturales y capital humano, y los regímenes de preferencias comerciales que, en principio, les otorgan acceso preferencial a los mercados de los países desarrollados, son dos de los elementos más importantes que explican el atractivo de esos países para la IED.
Sus océanos, sus grandes zonas económicas exclusivas, sus entornos costeros y su biodiversidad han atraído la IED en el turismo y las actividades pesqueras. Los abundantes recursos naturales no renovables de algunos países han dado lugar a grandes inversiones extranjeras en la minería y en las actividades posteriores a la extracción. Los fuertes incentivos que ofrecen los PEID para que empresas y personas no residentes establezcan su sede y realicen operaciones financieras y comerciales en sus jurisdicciones han impulsado la IED en empresas y servicios financieros extraterritoriales.
La inversión extranjera directa representa una fuente importante de capital de inversión en industrias que son decisivas para el crecimiento y el desarrollo de los PEID. El reto para estos países consiste en lograr que las actividades de IED no aumenten sus vulnerabilidades estructurales ni menoscaben de forma permanente el uso sostenible de las tierras, el agua y los recursos marinos.
Gráfico 1. Los cinco principales receptores de corrientes de IED entre los PEID, 2012 y 2013
(En miles de millones de dólares de los Estados Unidos)
Fuente: UNCTAD. Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2014.
Nota: Los países están ordenados según la magnitud de las corrientes de IED en 2013.
Cuadro 1 - PEID: Nuevos proyectos de IED anunciados por los diez principales países de origen en los diez principales países de destino, 2003-2013
(Gasto de capital total estimado, en millones de dólares)
Fuente: UNCTAD. Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2014.