
El comercio electrónico está transformando la economía global, cambiando los patrones de consumo y fomentando el crecimiento económico. El valor de este sector rivaliza con el comercio mundial de bienes y servicios, y sigue en expansión.
Las plataformas de comercio electrónico permiten a millones de empresas, incluidas muchas pequeñas y medianas empresas, vender en línea, superando obstáculos como el acceso limitado a mercados físicos, las deficiencias en infraestructura y las barreras sociales. Sin embargo, los beneficios del comercio electrónico no se distribuyen de manera equitativa, ya que la mayoría de los países en desarrollo presentan un retraso en la operacionalización de las compras en línea. También es crucial garantizar que esta transformación global no comprometa la sostenibilidad medioambiental.
El impacto ambiental del comercio electrónico varía según su tipo: el comercio electrónico entre empresas y consumidores (B2C, por sus siglas en inglés) genera un aumento en el número de paquetes pequeños, entregas y devoluciones, mientras que el comercio electrónico entre empresas puede ser más eficiente, con pedidos al por mayor que requieren menos embalaje y permiten entregas más optimizadas.
Esta nota de política analiza las distintas etapas de la cadena logística del comercio electrónico B2C para bienes (almacenamiento, embalaje, transporte y devoluciones), así como los cambios en el comportamiento de los consumidores. Además, subraya la necesidad de reconsiderar estos elementos para reducir la huella ambiental del comercio electrónico, mientras se crea un marco regulatorio que equilibre la sostenibilidad ambiental con el crecimiento económico.
Puntos clave:
- Los países en desarrollo pueden aprovechar el comercio electrónico para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo.
- Es necesario replantear la cadena logística del comercio electrónico (almacenamiento, embalaje, transporte y devoluciones) para limitar su impacto medioambiental, especialmente en lo que se refiere a emisiones de CO2 y residuos.
- Los gobiernos, las empresas y los consumidores deben colaborar para mitigar los impactos ambientales mediante la regulación de estos efectos, la promoción de prácticas ecológicas, el fomento de un consumo informado y el fortalecimiento de las bases de datos para diseñar políticas fundamentadas.
- Las discusiones internacionales sobre comercio electrónico y comercio digital deben integrar explícitamente las preocupaciones relacionadas con la sostenibilidad ambiental y aprovechar la cooperación internacional y la asistencia técnica para abordar estas cuestiones.
Esta nota de política se basa en las conclusiones del capítulo 5 del Informe sobre la economía digital 2024: Forjar un futuro digital sostenible e integrador.