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La inversión extranjera directa (IED) mundial disminuyó un 12% en 2022, hasta 1,3 billones de dólares. El descenso se debió principalmente al menor volumen de flujos y transacciones financieras en los países desarrollados.
Las tendencias de la inversión real fueron más positivas, con un crecimiento de los anuncios de nuevos proyectos de inversión en la mayoría de las regiones y sectores. La IED en los países en desarrollo aumentó marginalmente, aunque el crecimiento se concentró en unas cuantas grandes economías emergentes. Las entradas en muchos países en desarrollo más pequeños se estancaron, y la IED en los países menos adelantados (PMAs) disminuyó.
Las tendencias sectoriales mostraron un aumento del número de proyectos en infraestructuras e industrias, las cuales se enfrentan a presiones de reestructuración de la cadena de suministro, como la electrónica, la automoción y la maquinaria. Tres de los cinco mayores proyectos de inversión se anunciaron en semiconductores, en respuesta a la escasez mundial de microprocesadores.
La brecha de inversión en ODS aumenta a pesar del crecimiento de las finanzas sostenibles
La inversión internacional en sectores relevantes para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en los países en desarrollo aumentó en 2022. Las infraestructuras, la energía, el agua y el saneamiento, los sistemas agroalimentarios, la salud y la educación registraron un aumento del número de proyectos. Sin embargo, en comparación con 2015, cuando se adoptaron los ODS, los avances son modestos.
Una revisión de las necesidades de inversión en el punto medio de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible muestra que el déficit de inversión en todos los sectores de los ODS ha aumentado de 2,5 billones de dólares en 2015 a más de 4 billones de dólares anuales en la actualidad. Los mayores déficits se registran en las infraestructuras de energía, agua y transporte. El aumento es el resultado tanto de la falta de inversión como de las necesidades adicionales.
El creciente déficit de inversión en ODS en los países en desarrollo contrasta con las tendencias positivas de sostenibilidad en los mercados mundiales de capitales. El valor del mercado de financiación sostenible alcanzó los 5,8 billones de dólares en 2022. Las prioridades clave para el mercado son aumentar la exposición a los países en desarrollo y abordar las preocupaciones sobre el lavado verde.
Los países en desarrollo necesitan mucho más apoyo para atraer inversiones energéticas
La inversión internacional en energía renovable se ha casi triplicado desde la adopción del Acuerdo de París en 2015. Sin embargo, gran parte de este crecimiento se ha concentrado en los países desarrollados.
Más de 30 países en desarrollo aún no han registrado un solo proyecto de inversión internacional en energías renovables de magnitud utilitaria. El costo del capital es una barrera notable para la inversión en energía en los países en desarrollo. Atraer inversores internacionales en asociación con el sector público y las instituciones financieras multilaterales reduce significativamente el costo del capital.
El apoyo para la reducción del riesgo y del costo del capital para la inversión en transición energética en los países en desarrollo debe ampliarse enormemente. Debería disponerse de más asistencia técnica para la planificación de las inversiones y la preparación de proyectos. Los acuerdos internacionales de inversión necesitan una reforma acelerada para ampliar el espacio de políticas para la acción climática y fortalecer las disposiciones de promoción y facilitación.
Este informe presenta un Pacto de Acción para la Inversión en Energía Sostenible para Todos, con recomendaciones para políticas de inversión nacionales e internacionales, asociaciones mundiales y regionales, mecanismos de financiación y participación en el mercado de capitales.