Durante más de una década, la comunidad internacional ha perseguido un objetivo esquivo: duplicar el 1% de la participación de los países menos adelantados (PMA) en las exportaciones mundiales.
Aunque el objetivo sigue lejos de alcanzarse, los aranceles a las exportaciones de los PMA hacia el mercado estadounidense se han triplicado recientemente y son el doble de altos que los que enfrentan los países desarrollados. Esto erosionará la competitividad de los 44 PMA en un mercado que representa casi el 10% de sus exportaciones.
Las exportaciones de manufacturas ligeras de los PMA son las más afectadas. El fin del acceso preferencial al mercado estadounidense a través de la Ley de Crecimiento y Oportunidad para África (AGOA, por sus siglas en inglés) y los programas HOPE/HELP para Haití podría debilitar aún más su competitividad, especialmente en los sectores textil y de confecciones, fundamentales para el empleo femenino.
Estos factores pueden debilitar los efectos de derrame en productividad y la transformación estructural históricamente asociada al sector manufacturero.
Las perturbaciones arancelarias subrayan la necesidad de que los PMA redoblen sus esfuerzos en la integración regional y el fortalecimiento de sus capacidades productivas como medios para la diversificación económica. Esto allanaría el camino hacia un futuro más próspero y resiliente.
Mensajes clave:
- Las perturbaciones arancelarias evidencian de manera contundente la importancia del sistema multilateral de comercio, incluido el trato especial y diferenciado para los PMA.
- La transformación estructural es más necesaria que nunca para afrontar los shocks arancelarios.
- Existen opciones de diversificación inexploradas dentro del Sur Global, sobre todo a través de la integración regional.
