El año 2025 marca un punto de inflexión para la globalización. El comercio y las finanzas son cada vez más interdependientes, lo que exige nuevas ideas en la gobernanza global y una arquitectura financiera inclusiva.
Previo al lanzamiento del Informe sobre Comercio y Desarrollo 2025 en noviembre, ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD) ha publicado un adelanto con perspectivas clave del informe.
"Los próximos meses pondrán a prueba si la comunidad global puede estar a la altura del desafío: transformar el comercio y las finanzas para ponerlos al servicio de las personas, el planeta y la prosperidad."
El contexto
Un siglo después de la Gran Depresión, los aranceles han vuelto a ocupar un lugar central en los debates de política económica internacional. El aumento de las barreras comerciales y las tensiones geopolíticas tensionan las normas multilaterales y afectan las perspectivas económicas mundiales.
El crecimiento de la producción global sigue rezagado respecto a las tendencias previas a la pandemia. A pesar de un repunte transitorio a inicios de 2025, la dinámica de crecimiento sigue siendo frágil y está marcado por la incertidumbre. La ansiedad de los inversores ha impulsado los mercados financieros, pero no la inversión productiva.
El frente comercial
La anticipación de aranceles y la inversión relacionada con la IA impulsaron temporalmente el comercio de mercancías a fines de 2024 y principios de 2025. El comercio mundial se expandió en torno al 4% en la primera mitad de 2025, aunque el crecimiento subyacente fue más cercano al 2,5–3% una vez excluidos los factores temporales.
A medida que los aranceles surten efecto y el impacto de anticipación se desvanece, el comercio podría desacelerarse notablemente para 2026. Las economías de bajos ingresos y las pequeñas empresas son las más expuestas, ya que el acceso limitado a financiamiento y la incertidumbre persistente sobre el acceso a mercados dificultan la planificación e inversión a largo plazo.
La conexión financiera
A medida que evolucionan las cadenas de valor, se profundiza la financierización del comercio. Más del 90% del comercio mundial depende de la infraestructura de las finanzas globales. Las políticas monetarias, los movimientos en los tipos de cambio y el sentimiento de los inversores se transmiten rápidamente a través del sistema financiero global, lo que influye los flujos comerciales y la producción industrial.
El Informe sobre Comercio y Desarrollo 2025 destacará cómo el sistema financiero tanto habilita como restringe el comercio. Ignorar estos vínculos financieros conlleva el riesgo de puntos ciegos en las políticas para abordar la volatilidad comercial.
El ciclo global
El comercio y las finanzas se mueven juntos. El ciclo financiero global genera fuertes oscilaciones en el crédito, el capital y el apetito por el riesgo que repercuten en el comercio mundial. La volatilidad de los mercados financieros suele traducirse en interrupciones en los volúmenes comerciales.
La incertidumbre política, aunque por debajo de los niveles máximos de 2020, sigue siendo elevada. La incertidumbre persistente afecta la inversión, la creación de empleo y el desempeño exportador, especialmente en las economías en desarrollo.
El camino a seguir
El informe llama a la acción nacional e internacional coordinada para:
- Aumentar los ingresos fiscales y la movilización de recursos internos
- Profundizar la integración regional para diversificar las estructuras productivas
- Mejorar la resiliencia macrofinanciera y evitar la fragmentación financiera
- Reconstruir un multilateralismo inclusivo para sostener el crecimiento, reducir las asimetrías y responder a los desafíos climáticos
