ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD) hace un llamado urgente a cambios de política para revertir el aumento de la desigualdad, los salarios estancados y el crecimiento sin generación de empleo, especialmente en los países en desarrollo.
ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD) proyecta que el crecimiento económico global se estancará en un 2,7 % en 2024 y 2025, marcando una caída sostenida desde el promedio anual del 3 % observado entre 2011 y 2019, y muy por debajo del 4,4 % promedio previo a la crisis financiera de 2008.
El Informe sobre Comercio y Desarrollo 2024 de la organización advierte que esta "nueva normalidad de bajo crecimiento" es insuficiente para enfrentar los desafíos urgentes en desarrollo y en materia climática, así como para aliviar el descontento generalizado en medio de una crisis global del costo de la vida que ha dejado a muchos hogares en situaciones vulnerables.
Mientras que el Sur global experimentó tasas de crecimiento anual robustas de 6,6 % entre 2003 y 2013, esa cifra ha caído a 4,1 % en la última década, lo cual dificulta la expansión de los servicios sociales, la cobertura de los crecientes costos de la transición energética y la gestión de la deuda pública en aumento. Excluyendo a China, las economías del Sur global han crecido a un promedio de 2,8 % en la última década.
Las altas tasas de interés en las economías avanzadas y la depreciación de las monedas en los países en desarrollo están incrementando el costo de la deuda externa, obligando a muchos gobiernos a redirigir los ingresos de exportación al pago de la deuda en lugar de canalizarlos hacía inversiones para el desarrollo.
Un cambio en la estructura del comercio global
Otro tema clave es el estancamiento del crecimiento del comercio en relación con el PIB. Entre 1995 y 2007, el comercio creció al doble de la tasa del PIB mundial, pero desde la crisis financiera de 2008, ese impulso se ha frenado. En 2023, por primera vez en la historia, el comercio de mercancías se contrajo (-1,2 %) a pesar del crecimiento económico global.
Mientras tanto, los servicios están emergiendo como un posible motor de crecimiento, expandiéndose a una tasa anual del 5 % y representando ya el 25 % del comercio global en 2022. Aunque este cambio es prometedor, también conlleva riesgos de ampliación de las desigualdades globales, ya que los países en desarrollo representan menos del 30 % de los ingresos por exportaciones de servicios a nivel mundial.
La desigualdad es particularmente evidente en el sector de los servicios creativos, valorado en 1,4 billones de dólares en 2022, donde las economías avanzadas representan el 80 % de las exportaciones. La creciente importancia de los activos intangibles – como marcas, software, datos y tecnologías patentadas – en las cadenas de suministro globales aumenta aún más los riesgos. En 2023, la inversión en activos intangibles creció tres veces más rápido que en activos físicos, alcanzando los 6,9 billones de dólares.
Reformas urgentes para retomar el camino adecuado
El informe hace un llamado a cambios de política urgentes para revertir el aumento de las desigualdades, los salarios estancados y el crecimiento sin empleos, en especial en los países en desarrollo. El crecimiento impulsado por el sector manufacturero ya no es suficiente, y aunque el sector servicios está creciendo, aún no ha generado suficientes empleos de calidad.
Las recomendaciones clave incluyen:
- Adoptar un enfoque equilibrado frente a la inflación. El informe advierte que el endurecimiento monetario prolongado para contener la inflación post-pandémica solo ha sido parcialmente efectivo y ha agravado los desafíos económicos. Aboga por una combinación de políticas fiscales, monetarias y regulatorias para abordar la inflación, incluyendo esfuerzos para reducir las prácticas anticompetitivas y la concentración corporativa.
- Implementar reformas integrales de la deuda. La UNCTAD propone reformas en todo el ciclo de la deuda para reducir los riesgos y vulnerabilidades en los países en desarrollo.
- Diversificar las economías. Para enfrentar la desigualdad y el crecimiento sin empleos, se necesitan políticas industriales que promuevan la diversificación más allá del sector manufacturero y consideren las transformaciones ambientales, financieras y tecnológicas.
- Fomentar el comercio y la integración regional. Aprovechar acuerdos como el Área de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA) y la Comunidad Económica de la ASEAN puede ayudar a los países en desarrollo a construir economías más resilientes.
- Priorizar tecnologías que complementen el trabajo humano. Fomentar que las empresas inviertan en tecnologías que mejoren la productividad sin desplazar a los trabajadores, especialmente en los sectores de baja calificación.
Un llamado a la acción
El Informe sobre Comercio y Desarrollo 2024 advierte que, sin una acción audaz, la brecha entre las naciones ricas y pobres seguirá creciendo, exacerbando las desigualdades globales, aumentando la agitación social y dificultando la lucha contra el cambio climático.
Los países en desarrollo necesitan apoyo global para navegar estos desafíos, pero también deben tomar la iniciativa de diversificar sus economías, adoptar nuevas tecnologías y fortalecer su resiliencia ante los crecientes riesgos económicos, sociales y ambientales.
Los líderes mundiales no pueden permitirse perder esta oportunidad de repensar y remodelar la economía mundial para un futuro más equitativo y sostenible.