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La vulnerabilidad de África ante las crisis globales resalta la necesidad de fortalecer el comercio regional

10 febrero 2025

Dependencia de materias primas, alta deuda e infraestructura insuficiente vuelven más vulnerables a las economías africanas. Redes comerciales sólidas y diversificadas pueden fortalecer su resiliencia y estimular el crecimiento.

África se encuentra en el epicentro de múltiples crisis globales interconectadas – choques económicos, emergencias climáticas y tensiones geopolíticas – que agravan su fragilidad.

El Informe sobre el Desarrollo Económico en África 2024 de ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD) destaca cómo las economías africanas enfrentan una gran incertidumbre ante choques globales como la crisis financiera de 2008, el colapso de los precios de las materias primas en 2014 y la pandemia de COVID-19.

El informe aboga por fortalecer las redes comerciales regionales para reducir la dependencia de los mercados externos, mejorar la estabilidad, mitigar los efectos de los choques globales y desbloquear el potencial de 3,4 billones de dólares del Área de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA, por sus siglas en inglés).

Seis choques interconectados agravan las vulnerabilidades de África

El informe introduce un nuevo marco de análisis para evaluar las vulnerabilidades en seis áreas clave:

  • Política: Golpes de Estado, desafíos de gobernanza e instituciones democráticas debilitadas. África ha registrado 220 de los 492 intentos de golpe de Estado en el mundo desde 1950.
  • Economía: Alto nivel de deuda, desequilibrios comerciales e inflación. Casi la mitad de los países africanos tenía una relación deuda/PIB superior al 60% en 2023, y muchos gastaban más en intereses de la deuda que en educación o salud.
  • Demografía: Rápido crecimiento poblacional y presión migratoria.
  • Energía: Dependencia de combustibles fósiles y escasa infraestructura de energías renovables. Más del 50% del suministro energético del continente sigue dependiendo de combustibles fósiles.
  • Tecnología: Brechas digitales y falta de preparación para innovaciones disruptivas.
  • Clima: Eventos climáticos extremos y una economía fuertemente dependiente de la agricultura, vulnerable al clima. En 2022, los desastres climáticos afectaron a 110 millones de africanos y causaron pérdidas por 8.500 millones de dólares.

Estos desafíos están estrechamente interconectados y amplifican la inestabilidad económica.

Dependencia de materias primas aumenta la vulnerabilidad

El crecimiento económico de África ha estado estrechamente ligado a los ciclos de precios de las materias primas, lo que lo hace altamente vulnerable a las fluctuaciones del mercado. Más de la mitad de los países africanos dependen del petróleo, del gas o de los minerales para al menos el 60% de sus ingresos por exportaciones.

Entre 2000 y 2010, la economía africana creció un 4,8% anual, superando el promedio mundial del 3,1%. Aunque entre 2011 y 2020 se desaceleró al 3,1%, permaneció por encima del promedio global de 2,4%.

Sin embargo, los auges en los precios de las materias primas impulsaron este crecimiento. Crisis como el colapso de los precios en 2014 expusieron las debilidades estructurales.

La inversión también se vio afectada. La formación bruta de capital fijo – inversión en infraestructura y activos productivos – cayó del 11,4% en 2014 al 4,8% en 2015.

Deficiencias en infraestructura y energía amplifican la vulnerabilidad a crisis globales

África ha mejorado su infraestructura, pero persisten deficiencias críticas, especialmente en transporte y electricidad.

Los costos de transporte en África están entre los más altos del mundo, en gran parte debido a redes viales deficientes y logística ineficiente. Por ejemplo, la falta de conectividad eleva el costo del transporte por carretera al 29% del precio de los bienes comercializados dentro de África, frente al 7% en el comercio fuera del continente.

La inseguridad energética también frena la industrial y el crecimiento económico. Menos de la mitad de la población africana tiene acceso confiable a electricidad.

Sin embargo, en 2023 África recibió solo el 2,3% de la inversión mundial en energías renovables (15.000 millones de dólares), mientras que cerrar la brecha energética requeriría 190.000 millones de dólares anuales, equivalentes al 6,1% del PIB de continente.

Redes comerciales regionales más sólidas pueden mitigar los impactos de los choques globales

Más del 50% de las importaciones y exportaciones africanas dependen de solo cinco economías, todas fuera del continente. Mientras tanto, solo 16 de los 54 países africanos obtienen más del 0,5% de sus bienes intermedios dentro de la región, desaprovechando oportunidades clave para el comercio de valor agregado y la manufactura.

Sin embargo, dentro de los bloques comerciales regionales, las redes están más diversificadas, con múltiples países actuando como proveedores y consumidores de bienes con valor agregado.

Fortalecer y diversificar las redes regionales reduce las vulnerabilidades y genera efectos positivos en el crecimiento. Por ejemplo, un aumento del 1% en el PIB de un país vecino puede impulsar el crecimiento de un país sin litoral hasta en un 0,7%.

Acciones clave para fortalecer la resiliencia económica de África

El futuro económico de África depende de una mayor integración regional para diversificar exportaciones y cadenas de suministro, junto con mayores inversiones en infraestructura clave. El informe destaca acciones prioritarias:

  • Diversificar las economías para reducir la dependencia de mercados de materias primas volátiles.
  • Fortalecer las redes comerciales intraafricanas para disminuir la dependencia de los mercados globales.
  • Adoptar políticas fiscales sólidas para reducir la deuda y mejorar el acceso al financiamiento.
  • Modernizar la infraestructura de transporte y digital para reducir costos comerciales y optimizar la producción y la logística.
  • Invertir en energías renovables para mejorar la seguridad energética.
  • Aplicar políticas económicas y comerciales adaptadas al cambio climático para mitigar riesgos y fomentar un crecimiento sostenible.

El fortalecimiento del comercio regional permitirá a África responder mejor a las crisis globales y avanzar hacia un crecimiento sostenible.

El Informe sobre el Desarrollo Económico en África 2024 traza la hoja de ruta para esta transformación.