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Los servicios impulsan el crecimiento. Así es como los países en desarrollo pueden recuperar terreno

23 diciembre 2024

El auge de los servicios induce a los países en desarrollo a mirar más allá de las exportaciones impulsadas por la industria manufacturera y fomentar el crecimiento de la productividad en todo el sistema económico.

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© Shutterstock/Krakenimages.com | Las exportaciones de servicios creativos, que ya superan el billón de dólares en 2022, son un motor crucial del comercio mundial.

Las exportaciones de servicios, que representan ya el 25% del comercio mundial, ofrecen un punto de esperanza en medio de unas perspectivas económicas mundiales poco halagüeñas.

En 2023, el comercio de servicios creció un 5% en términos reales, frente a una contracción del 1,2% en el comercio de mercancías, según el Informe sobre Comercio y Desarrollo 2024.

Como estrategia de desarrollo, los servicios están ganando cada vez más adherencia con respecto a la industria manufacturera, motor de crecimiento de los países de renta media desde hace mucho tiempo.

“Esto se debe en gran medida a que la ventaja comparativa de una mano de obra más barata y menos cualificada ya no se corresponde con la dependencia de la fabricación moderna de una producción intensiva en mano de obra cualificada y capital”, señala el informe.

“Además, la industrialización es cada vez más objeto de escrutinio por su gran huella ecológica y su contribución al cambio climático.”

La brecha Norte-Sur corre el riesgo de ampliarse

La aparición de una economía de servicios podría cambiar las reglas del juego de los países en desarrollo, pero no sin dificultades.

En la actualidad, las economías en desarrollo representan menos del 30% de los ingresos mundiales por exportación de servicios y el 44% del comercio de mercancías.

Con los servicios y los activos intangibles -como marcas, diseños y tecnologías patentadas- adquiriendo protagonismo en las cadenas de valor mundiales, las asimetrías entre regiones desarrolladas y en desarrollo podrían empeorar.

La concentración del mercado en el comercio de servicios creativos es un ejemplo de ello. En 2022, los servicios creativos se valoraron en 1,4 billones de dólares, cuatro quintas partes de los cuales procedían de países desarrollados.

El predominio también se manifiesta en la ubicación de las empresas multinacionales que prestan servicios internacionales.

En 2022, el 70% de estas empresas tenían su sede en regiones desarrolladas, frente a solo el 10% en las que están en desarrollo, excluida China.

Recalibrar las estrategias de desarrollo

Actualmente, el comercio de servicios no puede generar suficientes empleos de calidad en los países en desarrollo, por lo que urge una ambiciosa combinación de políticas macroeconómicas hacia la transición ecológica y el fomento de actividades que absorban mano de obra, especialmente en los sectores de servicios no comercializables.

Algunos ejemplos pueden ser la construcción, el comercio minorista, diversos tipos de trabajo asistencial, así como los sectores personal y público que prestan servicios consumidos localmente en el país o región donde se producen.

Una estrategia triple podría centrarse en:

  • Fomentar la creación de empleo poco cualificado por parte de las grandes empresas de servicios no comercializables.
  • Proporcionar a las empresas más pequeñas insumos públicos y acceso a inversiones que mejoren la productividad.
  • Invertir en tecnologías que complementen, y no sustituyan, a los trabajadores poco cualificados de los sectores de servicios.