La publicación Economic Development in Africa Report 20131 (Informe sobre el desarrollo económico en África 2013), subtitulado Intra-African Trade: Unlocking Private Sector Dynamism, se indica que los esfuerzos realizados hasta la fecha para impulsar conjuntamente un crecimiento económico más dinámico en el continente se han basado en un enfoque "teórico" y "lineal" de la cooperación regional que no encaja con la situación de África. Lo que se necesita, se dice, es "un enfoque del siglo XXI para afrontar los retos del siglo XXI".
Según el informe publicado hoy, los países africanos deben adoptar un nuevo enfoque de la integración regional, a saber, un "regionalismo desarrollista".
El regionalismo desarrollista supone una cooperación entre los países que no se limite al comercio y su facilitación, sino que abarque otros sectores, como la inversión, la investigación y el desarrollo, así como políticas encaminadas a acelerar el desarrollo industrial de la región y la creación de una infraestructura regional, por ejemplo mediante la construcción de mejores redes de carreteras y ferrocarriles.
Se destaca en el informe que, para cosechar los frutos que puedan derivarse de la existencia de mercados regionales vigorosos —impulsados por la decisión de los dirigentes africanos, adoptada en 2012, de eliminar las barreras al comercio entre los países de la región—, se requiere la expansión del sector privado del continente. (Véase el comunicado de prensa UNCTAD/PRESS/PR/2013/33.) El hecho de comerciar en mercados próximos reduce los costos para las empresas gracias a la proximidad geográfica, menores gastos de transporte, un mejor conocimiento de las condiciones locales que permite seleccionar mejor los productos que se ofrecen en el mercado, y, si hay bastantes clientes, una masa crítica suficiente para justificar la expansión de las actividades.
Sin embargo, es necesario que los gobiernos africanos adopten enfoques holísticos adicionales —una forma de promover el trabajo en equipo— para que el sector privado pueda expandirse y prosperar. Se advierte en el informe que la experiencia adquirida en otras partes del mundo demuestra que la creación de mercados regionales genera mayor demanda de bienes, por lo que es preciso alentar y poner en condiciones a las empresas africanas para que puedan suministrar esos bienes, ya que en caso contrario habrán de sufrir las consecuencias de la competencia extranjera.
Es necesario mejorar las capacidades de los países africanos para producir una gama más amplia de productos elaborados para el comercio entre ellos —un proceso que los economistas llaman expansión de la capacidad productiva. Las políticas industriales regionales son, según el informe, un importante instrumento para el regionalismo desarrollista. Los países africanos deben coordinar las políticas industriales nacionales con las regionales a fin de crear complementariedades en los sectores de la producción y el comercio.
La Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) fomenta ese tipo de política industrial regional, pero, según se indica en el informe, aún no se aplica plenamente. Uno de sus objetivos es promover en los países el sector de transformación y la creación de valor agregado en los sectores y subsectores en que la región tiene una gran ventaja comparativa (por ejemplo, la minería y la transformación de productos agrícolas).
La aplicación simultánea de políticas industriales nacionales y regionales puede estimular en África el desarrollo de cadenas de valor industriales a nivel regional y, a su vez, ofrecer a los países mayores oportunidades de intensificar el comercio de bienes entre ellos. Entre los ejemplos citados se encuentran la cadena de valor algodón-tejidos-prendas de vestir y la cadena de valor ganado-carne-productos envasados.
Un segundo elemento del regionalismo desarrollista en África es el fortalecimiento de la capacidad del sector privado como factor impulsor importante de la cooperación regional. Se sostiene en el informe que los gobiernos han sido hasta la fecha el único motor de integración regional, mientras que el sector privado se ha mantenido como uno participante pasivo en el proceso. Es necesario crear mecanismos que propicien un diálogo continuo entre los Estados y el sector privado a fin de que los gobiernos conozcan bien los problemas y retos con que se enfrentan las empresas actuales y futuras y puedan elaborar planes coordinados para afrontarlos. En Mauricio, por ejemplo, el Consejo Mixto de Economía, un órgano de coordinación del sector privado, celebra reuniones periódicas con representantes del Gobierno para debatir políticas económicas generales.
Según se señala en el informe, un tercer elemento del regionalismo desarrollista es el establecimiento de vínculos económicos entre las economías africanas, en sectores de actividad específicos, mediante la creación de "corredores de desarrollo". El regionalismo desarrollista trasciende el comercio y abarca la cooperación entre países africanos en una gran variedad de esferas, entre ellas, las inversiones en transporte y en infraestructuras relacionadas con la producción, así como en proyectos agrícolas e industriales.
La cooperación en esferas muy diversas puede ayudar a los países africanos a mejorar su competitividad internacional. El Corredor de Desarrollo de Maputo, que une la provincia sudafricana de Gauteng con el puerto de Maputo en Mozambique, se ha considerado todo un éxito porque ha puesto fin al aislamiento de las provincias sin litoral de una de las regiones más industrializadas y productivas del África Meridional. En la actualidad hay más de 20 corredores en África, aunque la mayoría tienden a ser corredores de transporte de tipo tradicional. Según el informe, es preciso ir más lejos y crear también corredores de desarrollo industrial.
El regionalismo desarrollista no es un concepto vago, precisa el informe. De hecho, se está aplicando en otras partes. Un ejemplo es el Proyecto de la Subregión del Gran Mekong, en el Asia Sudoriental, en el marco del cual se está promoviendo el establecimiento de vínculos económicos e impulsando el desarrollo de seis países de la cuenca del Mekong (Camboya, China, República Democrática Popular Lao, Myanmar, Tailandia y Viet Nam), con la asistencia del Banco Asiático de Desarrollo. El programa conjunto de desarrollo estratégico se basa, entre otras cosas, en relaciones de asociación entre los sectores público y privado, el aprovechamiento compartido de recursos naturales y la creación de corredores de desarrollo económico. Un nuevo proyecto tiene por objeto promover la cuenca del Mekong como destino especial del turismo.
Si bien hay elementos de un programa de integración "desarrollista" en algunas subregiones africanas, por ejemplo la Zona de Libre Comercio Tripartita propuesta, que abarcará 26 países, en su mayoría del África Oriental y Meridional, el informe subraya la necesidad de que se elaboren y ejecuten programas de integración desarrollista en África en mayor número y de mayor alcance.
Informe - http://unctad.org/en/PublicationsLibrary/aldcafrica2013_en.pdf
Comunicado de prensa
Para el uso de los medios de información - No es un documento oficial
UNCTAD/PRESS/PR/2013/034
Informe insta a un cambio del enfoque tradicional de integración por el de "regionalismo desarrollista"
En un estudio de la UNCTAD se recomienda la creación de corredores regionales de transporte o industriales, el fomento de cadenas de valor regionales y un diálogo constante entre gobiernos y empresas
Geneva, Suiza, 11 julio 2013