Se desplomaron las corrientes de inversión hacia los países desarrollados en 2012
Las corrientes de inversión extranjera directa (IED) hacia las 38 economías desarrolladas del mundo disminuyeron en total un 32% para situarse en 561.000 millones de dólares de los Estados Unidos en 2012, aunque esta caída se vio exagerada por los cambios en los préstamos intraempresariales transfronterizos, según el Informe sobre las inversiones en el mundo 20131 .
Hoy se publica dicho Informe, que lleva por subtítulo "Las cadenas de valor mundiales: inversión y comercio para el desarrollo".
Las entradas de inversión en las economías desarrolladas habían registrado una tendencia al alza después de tocar fondo en 2009, pero la fuerte contracción de 2012 revirtió todo lo que se había conseguido en 2010 y 2011. En conjunto, la proporción de las economías desarrolladas en las corrientes mundiales de IED cayó de un 50% en 2011 a un 42% en 2012.
Por regiones, el descenso más acusado se observó en Europa, donde las entradas de inversiones se redujeron en un 42% hasta un nivel equivalente a poco más de la tercera parte del máximo alcanzado en 2007. La inversión en América del Norte disminuyó un 21%. En la región de Asia y el Pacífico, si bien la inversión en el Japón recuperó el signo positivo tras dos años consecutivos de desinversión neta, Australia y Nueva Zelandia registraron un descenso combinado del 14% en las entradas de inversiones.
Si analizamos cada economía por separado, las entradas de inversiones disminuyeron en 23 países, incluidos los 2 principales receptores de 2011: Bélgica y los Estados Unidos de América. No obstante, hubo una serie de países que no registraron esta tendencia general a la baja. La inversión en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, por ejemplo, se recuperó e incluso aumentó en un 22% (gráfico 1).
La incertidumbre suscitada por la persistencia de la crisis de la zona del euro, la posibilidad de una transición política en una serie de países importantes y la desaceleración del auge de las materias primas fueron algunos de los factores clave que contribuyeron a la disminución de la IED en 2012. En vista de las inciertas perspectivas económicas, muchas empresas transnacionales (ETN) optaron por la estrategia de consolidar sus activos con objeto de centrarse en actividades y zonas geográficas fundamentales, lo que supuso una gran cantidad de desinversiones. Concretamente, la reestructuración de la industria financiera, que se inició después de la crisis financiera mundial, prosiguió en 2012.
Otros dos factores tuvieron efectos importantes en las corrientes de IED. Uno de estos consiste en la creciente complejidad de las estructuras empresariales transfronterizas de las ETN, que se suelen crear con el objetivo de reducir las obligaciones tributarias. Con unos volúmenes sin precedentes de ganancias reinvertidas, estas estructuras empresariales han respondido a los cambiantes sistemas tributarios nacionales transfiriendo los beneficios y los préstamos entre distintos países, lo que ha supuesto a veces aumentos y otras veces descensos de forma drástica de las corrientes de IED. El segundo factor lo constituyen las actividades de diversos fondos de inversores que han adquirido activos en problemas a precios rebajados y los han reestructurado. Una vez que finaliza la reestructuración, se procede a la venta de los activos. Por lo tanto, las adquisiciones transfronterizas de estos fondos de inversión generan IED pero a continuación producen una desinversión, lo que hace que se rebaje el valor de la IED, tal y como sucedió en 2012.
Las salidas de IED de las economías desarrolladas cayeron de forma aún más acusada que las entradas: se redujeron en un 23% para situarse en 909.000 millones de dólares. La disminución de las salidas provenientes de los países desarrollados explicó casi la totalidad de la reducción de las salidas mundiales en 2012. En consecuencia, la proporción de los países desarrollados en las salidas mundiales cayó hasta un 65%. Las salidas de IED de los países europeos, que disminuyeron en un 37%, representaron menos de una tercera parte del máximo alcanzado en 2007. Las salidas de inversiones de los Estados Unidos, que habían impulsado la recuperación de la IED en los países desarrollados, también registraron una disminución considerable (-17%). No obstante, las salidas de IED del Japón conservaron el impulso del año anterior y aumentaron en un 14% hasta alcanzar 123.000 millones de dólares en 2012, lo que hizo que el país mantuviera su posición de segundo inversor del mundo.
En general, las salidas de inversiones disminuyeron en 22 economías desarrolladas, incluidos 4 de los 5 principales países inversores en 2011 (gráfico 2). El Canadá, Alemania y el Japón son algunos de los países que resistieron esta tendencia.
Informe - http://unctad.org/en/PublicationsLibrary/wir2013_en.pdf
Gráfico 1 - Los cinco principales receptores de IED entre los países desarrollados, 2011 y 2012
(En miles de millones de dólares)
Fuente: UNCTAD. Informe sobre las inversiones en el mundo 2013.
Nota: Los países están ordenados según el volumen de las corrientes de IED en 2012
Gráfico 2 - Los cinco principales inversores entre los países desarrollados, 2011 y 2012
(En miles de millones de dólares
Fuente: UNCTAD. Informe sobre las inversiones en el mundo 2013.
Nota: Los países están ordenados según el volumen de las corrientes de IED en 2012