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Angola: Empoderando a las mujeres a través de la miel

14 marzo 2023

Un proyecto de la UNCTAD está aprovechando el poder de las abejas para empoderar a las mujeres y crear oportunidades sostenibles en las comunidades rurales de esta nación del sur de África.

© Ovimbundu Filmes | Participantes aprenden a instalar una colmena moderna en Bailundo (Angola).

Mavilde de Assunção Alves practica la apicultura desde hace casi 15 años. Todas las semanas instala una mesa para vender su miel en la carretera principal o en el mercado local de Bailundo, una ciudad de la provincia de Huambo, en el centro de Angola.

"Tengo muchos clientes", dice con una sonrisa, aunque admite que el trabajo es difícil.

Como la mayoría de los apicultores del país, Alves recorre a pie muchos kilómetros para cuidar de sus colmenas, repartidas por el paisaje montañoso de sus 45 hectáreas de tierras, donde también cultiva maíz, frijoles, patatas y otros productos.

Cada colmena, hecha en troncos ahuecados, produce entre seis y ocho kilos de miel, que ella colecta utilizando humo para calmar y distraer a las abejas mientras recoge la miel.

Su familia consume una parte de la cosecha, y el resto es vendida para llegar a fin de mes en una de las provincias más pobres del país.

A lo largo de los años, esta mujer de 57 años ha hecho grandes esfuerzos para mantener sus colmenas, que han disminuido de 15 a ocho. Trabaja sin equipo de protección, y a menudo las abejas le pican, por lo que ahora sufre de inflamación y dolores en las articulaciones.

Pero después de participar en un taller de formación organizado por la UNCTAD y la Universidad José Eduardo dos Santos, Alvez tiene más confianza en el futuro.

A traditional beehive in Bailundo, Angola.
© Ovimbundu Filmes | Una colmena tradicional en Bailundo, Angola.

Un sector “verde” que puede empoderar a las mujeres

Alves es una de las siete mujeres formadas a través de un proyecto de la UNCTAD que colabora con el gobierno angoleño e investigadores, agricultores y empresas del país para aprovechar mejor el potencial de la miel.

El proyecto es un componente de un programa financiado por la Unión Europea para apoyar los esfuerzos de Angola por diversificar su economía, demasiado dependiente del petróleo. Según estimaciones recientes, el petróleo representa más del 90% de las exportaciones del país.

Un estudio realizado por la UNCTAD y colaboradores nacionales identificó la miel como un producto "verde" que podría ayudar a diversificar las exportaciones, minimizando al mismo tiempo el impacto medioambiental y creando nuevas oportunidades económicas en las comunidades rurales.

Aunque Angola sólo produce unas 90 toneladas de miel cada año, las estimaciones de la UNCTAD indican que esta cifra se podría alcanzar las 200 toneladas con mejores métodos de producción.

A training participant inspects a beehive.
© Ovimbundu Filmes | Una participante inspecciona una colmena.
A training participant with freshly harvested honeycomb.
© Ovimbundu Filmes | Un participante con un panal recién cosechado.

"Angola es un país con un gran potencial para producir miel de alta calidad", afirma Teresa Moreira, oficial encargada de la división de comercio internacional de la UNCTAD.

"El país tiene una flora diversa, que incluye varias especies de plantas con flores que proporcionan abundante néctar y polen a las abejas. Su clima cálido y húmedo es ideal para la apicultura".

Para que ese potencial se haga realidad, el país necesita modernizar las técnicas y los equipos de apicultores como Alves, ayudarles a mejorar la calidad de su miel para satisfacer las normas internacionales y facilitarles el acceso a compradores e infraestructuras de procesamiento y transporte.

En su trabajo con los diversos agentes del sector de la miel para mejorar los métodos de producción, la UNCTAD ha prestado especial atención al modo en que el proyecto podría empoderar a las mujeres.

"En Angola, la apicultura se ha considerado tradicionalmente una actividad para hombres", dice Marisa Rodrigues, una de las capacitadoras principales del proyecto. "Formar a las mujeres como apicultoras ayuda a mejorar sus capacidades y, al mismo tiempo, a diversificar y renovar el sector".

"La apicultura puede dar a las mujeres una sensación de empoderamiento e independencia al asumir funciones de liderazgo en sus comunidades", añade Rodrigues.

A traditional beehive in Bailundo, Angola.
© Ovimbundu Filmes | Marisa Rodrigues y Júlia Nangueve entrevistadas durante el taller de formación.

Aumenta ingresos mientras protege el ambiente

Al aprender a cuidar mejor de las abejas, las agricultoras contribuyen a la protección del medio ambiente y a la seguridad alimentaria de sus comunidades. Alrededor de un tercio de la producción mundial de alimentos depende de polinizadores como las abejas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

Y unas abejas más sanas producen una mayor cantidad y calidad de miel, lo que aumenta los ingresos de los apicultores y mejora los medios de subsistencia de sus familias.

Otra participante, Júlia Nangueve, afirma que el taller de formación le ayudó a ver cómo pequeñas mejoras pueden hacer una gran diferencia.

"Aprendimos a no vender nuestra miel en la calle," dice Nangueve. "Es mejor venderla en la granja o en una zona cubierta para que la miel no se eche a perder. Además, si se utiliza humo, cambia el aroma de la miel y el producto pierde valor".

A Alves el taller le ayudó a comprender mejor las fechas en que se puede producir miel en su región. Antes sólo producía miel entre octubre y febrero, perdiendo la temporada de producción secundaria, que suele ser entre abril y junio.

Aunque la temporada secundaria suele ser menos productiva, le podría permitir aumentar considerablemente sus ingresos.

Además de enseñar las técnicas modernas de apicultura, la formación también trató de la conservación forestal, el control de calidad de la miel y otras oportunidades del sector, como la fabricación de cera o trajes de apicultor.

A traditional beehive in Bailundo, Angola.
© Max Vicente | Júlia Nangueve (izquierda) y Mavilde de Assunção Alves (derecha) en Bailundo, Angola.

Incorporando a otros en el Proyecto

Alves y Nangueve son la presidenta y la vicepresidenta de la Cooperativa Agrícola Katiavala, cuyos miembros registrados son 45 mujeres y seis hombres.

Sólo algunos de sus miembros son apicultores, pero después del taller de formación, Alves y Nangueve se han propuesto conseguir que más personas embarquen en la aventura.

Como formadoras capacitadas, podrán transmitir sus nuevos conocimientos y habilidades a otros miembros de la comunidad.

"Mi sueño es transmitir los conocimientos y aumentar la producción de miel", dice Alves.

La UNCTAD colaborará con las partes interesadas nacionales del proyecto para elaborar una guía de buenas prácticas basada en las experiencias de los participantes.