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El acuerdo comercial Sur-Sur es clave para un crecimiento más sostenible e integrador

09 mayo 2023

Con una ratificación más, el Sistema Global de Preferencias Comerciales entre Países en Desarrollo liberará todo el potencial de un mercado de 16 billones de dólares con más de 4.000 millones de personas.

Workers produce shoes in Sao Paolo, Brazil.
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© Shutterstock/Alf Ribeiro | Trabajadores fabrican zapatos en Birigui, Brasil.

A finales de 2022, Brasil ratificó los compromisos contraídos en el marco del Sistema Global de Preferencias Comerciales entre Países en Desarrollo (SGPC), reavivando el interés internacional por el acuerdo comercial, al que ahora solo le falta una ratificación para entrar en vigor.

Los 42 miembros del SGPC de África, Asia y América Latina albergan a 4.000 millones de personas y representan un mercado combinado de 16 billones de dólares, alrededor del 20% de las importaciones mundiales de mercancías.

El Grupo de los 77, una coalición de países en desarrollo, estableció el acuerdo hace más de tres décadas para impulsar el comercio entre ellos.

"Ahora existe una oportunidad para el SGPC", declaró el 8 de mayo el Secretario General Adjunto de la UNCTAD, Pedro Manuel Moreno, en la sesión inaugural del Foro de Comercio de las Naciones Unidas 2023, que se centró en el acuerdo.

El SGPC promueve el comercio entre países en desarrollo -también conocido como comercio Sur-Sur- mediante la reducción de los aranceles sobre los bienes que importan unos de otros. Tales recortes reducen el precio final de un producto para los consumidores, haciéndolo más competitivo.

La UNCTAD calcula que si los miembros del SGPC aplican los compromisos de reducción arancelaria de la última ronda de negociaciones - conocida como el "Protocolo de la Ronda de São Paulo" - podrían aumentar su prosperidad colectiva en unos 14.000 millones de dólares.

Las concesiones arancelarias abarcarían productos que van desde el pescado y los alimentos hasta la ropa y los productos para máquinas, en función de los compromisos de cada país.

Crecimiento más rápido que el comercio mundial

El SGPC ayudaría a liberar todo el potencial del comercio Sur-Sur, que ha crecido más rápido que el comercio mundial.

"El comercio Sur-Sur, que durante mucho tiempo fue sólo una aspiración, se ha convertido en una de las principales fuerzas responsables del crecimiento y el desarrollo en las dos últimas décadas", declaró Rubens Ricupero, economista brasileño y ex Secretario General de la UNCTAD.

El comercio entre países en desarrollo ha aumentado a un ritmo medio anual del 9,8% desde 2000, alcanzando los 5,3 billones de dólares en 2021. Durante el mismo periodo, el comercio mundial creció a un ritmo más lento del 5,5%.

Moreno destacó que los buenos resultados también se observaron en los productos de alto valor añadido. En 2021, el comercio Sur-Sur representará casi el 60% de las exportaciones de alta tecnología de los países en desarrollo.

Socios comerciales, no competidores

El potencial del SGPC como herramienta de cooperación comercial es especialmente evidente en el sector agrícola.

Los miembros del acuerdo abarcan todo el planeta, lo que significa que los cultivos que cultivan y los alimentos que producen se complementarían en lugar de competir entre sí.

Por ejemplo, mientras que los países sudamericanos exportan principalmente semillas oleaginosas, carnes y cereales, India tiende a exportar arroz, crustáceos, té y especias, mientras que para Marruecos, las principales exportaciones son productos pesqueros, verduras, azúcar y miel.

Por tanto, es probable que un mayor comercio agrícola entre los miembros genere beneficios para todos y contribuya a reforzar la seguridad alimentaria.

Comercio para afrontar retos comunes

Además de la seguridad alimentaria, el SGPC permitiría a los países en desarrollo abordar otros retos compartidos, como el cambio climático y la contaminación.

Aunque históricamente los países en desarrollo han sido los que menos han contribuido a las emisiones mundiales de CO2, son los que más están sufriendo sus efectos.

El máximo órgano decisorio del SGPC -el Comité de Participantes- puede examinar y convocar una nueva ronda de negociaciones para la integración comercial en ámbitos como las energías renovables y los productos naturales.

La reducción de los aranceles sobre bienes y servicios de energías renovables podría impulsar la transición energética en los países en desarrollo y ayudarles a cumplir sus compromisos climáticos en el marco del Acuerdo de París.

El acuerdo también podría crear un mayor mercado para los sustitutos naturales del plástico, como las algas, el bambú y los residuos agrícolas.

Muchos miembros del SGPC disponen de estos materiales en abundancia y podrían utilizarlos para fabricar versiones ecológicas de pajitas, envoltorios de alimentos y otros productos de consumo de plástico.

Vahini Naidu, del South Centre, una organización intergubernamental de países en desarrollo, afirmó que éste es un ámbito que "merece un examen más detenido" en el marco del SGPC.

Federico Villegas, embajador de Argentina en Ginebra y actual presidente del comité, dijo que planea dar al acuerdo "nueva vida revitalizando su proceso intergubernamental para poner en marcha iniciativas de gran impacto que permitan a los países en desarrollo responder a los retos globales".