El grupo incluye minerales críticos esenciales para vehículos eléctricos, paneles solares, infraestructuras de inteligencia artificial y otras tecnologías clave de las transiciones energética y digital.
Los precios mundiales de los productos básicos aumentaron un 4,8 % interanual en marzo, impulsados por la creciente demanda de minerales y metales, según nuevos datos publicados el 6 de mayo por ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Los precios de los minerales, minerales metálicos y metales se dispararon un 23,6 % en comparación con el mismo mes de 2024, alcanzando un nivel récord. Los metales preciosos lideraron el grupo, con un aumento del 37,4 %.
También se registraron aumentos en los precios de los alimentos (+6,6 %) y de las materias primas agrícolas (+3,1 %). En cambio, los precios de los combustibles descendieron un 3,0 % en el mismo periodo, lo que moderó la tendencia general.
En conjunto, los precios de los productos básicos bajaron un 2,3 % en 2024, prolongando la caída desde su pico de 2022. No obstante, al excluir los combustibles, el índice de precios de productos básicos de la UNCTAD alcanzó su nivel más alto de la historia, reflejando la fuerte demanda de materias primas necesarias para las transiciones energética y digital a nivel global.
Minerales críticos: activos estratégicos que están redefiniendo el comercio y el desarrollo
El grupo de minerales, minerales metálicos y metales incluye minerales críticos como el cobre, el litio, el níquel y el cobalto, insumos esenciales para vehículos eléctricos, paneles solares, infraestructuras de inteligencia artificial y otras tecnologías avanzadas.
Estos minerales están emergiendo como activos estratégicos que están reconfigurando el comercio, la inversión y las estrategias de desarrollo. Hacer un seguimiento de su evolución resulta esencial ante el cambio en los patrones de demanda.
La más reciente edición del informe Actualización sobre el Comerico Global (Global Trade Update in inglés) de UNCTAD sitúa al cobre en el centro del análisis, considerándolo un caso de prueba para el comercio de minerales críticos.
Se estima que la demanda mundial de este metal aumentará más de un 40 % de aquí a 2040, pero la oferta no está logrando mantener el ritmo. Para responder a las necesidades estimadas, serían necesarias 80 nuevas minas y 250.000 millones de dólares en inversiones de aquí a 2030.
Más de la mitad de las reservas mundiales de cobre se concentran en solo cinco países, lo que genera preocupación por la concentración del suministro. A ello se suman los extensos plazos para desarrollar nuevas minas (hasta 25 años), la reducción de la ley del mineral y el incremento de las tensiones geopolíticas.
El informe advierte que una escasez inminente de cobre podría ralentizar las transiciones hacia energías limpias y tecnologías digitales. Insta a agilizar los permisos, reforzar las alianzas y diversificar el comercio para cerrar la brecha.
Las barreras comerciales frenan el valor añadido en los países en desarrollo
UNCTAD también hace un llamado a implementar políticas comerciales e industriales más eficaces para ayudar a los países en desarrollo con abundantes recursos de cobre a ascender en la cadena de valor.
La mayoría sigue atrapada en el papel de exportadora de materias primas, con beneficios limitados. El verdadero valor se genera en etapas posteriores, en productos procesados como alambres, tubos y láminas.
Para avanzar en la cadena de valor, los países deben invertir en refinación, procesamiento y manufactura, señala el informe. También insta a fomentar el valor añadido local, ampliar el reciclaje y eliminar las barreras comerciales que limitan las oportunidades.