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La coalición renovada entre la UNCTAD y el MEFMI ayudará a los gobiernos de la región a producir y publicar información de deuda confiable, completa y oportuna.
La UNCTAD y el Instituto de Gestión Macroeconómica y Financiera de África Oriental y Meridional (MEFMI por sus siglas en ingles), un instituto regional, firmaron un acuerdo el 15 de julio de 2022 para fortalecer sus esfuerzos e impulsar la capacidad de gestión de la deuda de los países.
El memorando de entendimiento firmado por la Secretaria General de la UNCTAD, Rebeca Grynspan, y el Director Ejecutivo de MEFMI, Louis Kasekende, refuerza la cooperación de las dos organizaciones, que comenzó en la década de 1990.
“Nos complace reforzar nuestra asociación para mejorar la capacidad de los países con el fin de llevar a cabo registros e informes de deuda pública efectivos”, dijo la Sra. Grynspan.
“Las vulnerabilidades financieras y el aumento de los riesgos de sobreendeudamiento que enfrentan los países en desarrollo debido a las crisis económicas refuerzan la necesidad de una gestión eficaz de la deuda como componente clave de la gestión de las finanzas públicas”, agregó.
Plus de 40 ans de soutien à la gestion de la detteMás de 40 años de apoyo a la gestión de la deuda
La UNCTAD brinda apoyo para una gestión eficaz de la deuda a través de su Sistema de Gestión y Análisis Financiero de la Deuda (SIGADE).
El SIGADE ha ayudado a los gobiernos a mejorar su capacidad para gestionar la deuda durante más de 40 años. Es uno de los principales proveedores mundiales de cooperación técnica y servicios de asesoría en esta área.
El Programa ha apoyado a 74 países desde su creación a principios de la década de 1980. Hoy, 60 países utilizan el software SIGADE para gestionar su deuda pública. Entre ellos se incluyen seis países miembros de MEFMI: Angola, Burundi, Ruanda, Uganda, Zambia y Zimbabue.
El Programa SIGADE brinda asistencia técnica en las áreas "de base" de la gestión de la deuda, como el registro, la notificación y el seguimiento de la deuda pública, ayudando a los países en desarrollo a hacer frente a la creciente complejidad de la gestión de la deuda.
Sus productos y servicios especializados, incluido el software SIGADE, complementan el trabajo de las organizaciones que se centran en la estrategia y el análisis de la sostenibilidad de la deuda (gestión de la deuda preliminar) como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y organismos regionales, incluido MEFMI.
“EL SIGADE ha permitido a los países de la región de MEFMI consolidar sus datos en un sistema centralizado, lo cual es un logro importante en comparación con la década de 1990, cuando esta información se registraba manualmente y se dispersaba entre muchas agencias y departamentos gubernamentales que administraban la deuda pública en ese momento. ”, dijo el Sr. Kasekende.
Estrategias complementarias
El Programa SIGADE y MEFMI operan en muchos países similares y sus operaciones realizadas en estos países son complementarias.
La sólida experiencia en gestión de la deuda de MEFMI y su presencia bien establecida en los países de África Oriental y Meridional lo convierten en un socio clave para la UNCTAD en la región.
Durante más de 30 años, el SIGADE y MEFMI han organizado eventos conjuntos sobre la gestión de la deuda para los países miembros de MEFMI. Estos incluyen conferencias, sesiones de formación y actividades de establecer de capacidades en su gestión.
En 2022, se estarán realizando cuatro actividades, incluido un taller regional y una sesión de capacitación sobre procedimientos de gestión de la deuda en Zimbabue.
Con el apoyo de UNCTAD y MEFMI, los gobiernos pueden producir y publicar información de deuda confiable, completa y oportuna y hacerla accesible a nivel internacional, nacional y local.
Esta información ayuda a los países a desarrollar estrategias sólidas de gestión de la deuda y cumplir con sus obligaciones de presentación de informes.
¿Por qué los datos de la deuda son críticos?
La gestión eficaz de los recursos y pasivos públicos y la disponibilidad de datos transparentes sobre la deuda son fundamentales ante las crecientes presiones sobre las finanzas públicas y el aumento del endeudamiento para satisfacer las demandas relacionadas con el gasto público por el COVID-19.
Los datos oportunos y completos sobre el nivel y la composición de la deuda son un requisito previo no solo para la gestión eficaz de los pasivos públicos, sino también para identificar los riesgos de crisis de la deuda y limitar su impacto.