Por el Programa SIGADE
28 Abril de 2020
Las nuevas vulnerabilidades financieras y el aumento de los riesgos de sobreendeudamiento que enfrentan los países en desarrollo, particularmente los más pobres, debido a las crisis sanitarias y económicas del COVID-19, refuerzan la necesidad de una gestión eficaz de la deuda como un componente intrínsecamente importante de la gestión financiera pública. La gestión eficaz de los recursos y pasivos públicos se han hecho aún más necesarios ante las crecientes presiones sobre las finanzas públicas. La disponibilidad de información oportuna, completa y precisa sobre la deuda pública es crítica para las decisiones políticas y la gestión de riesgos en el contexto de la pandemia. La transparencia de los datos de la deuda es crítica para la gestión efectiva de crisis. La ausencia de transparencia de la deuda pública y los pasivos contingentes socava la capacidad de un país para administrar eficazmente sus finanzas y limita la capacidad de la comunidad internacional para brindar apoyo oportuno y apropiado para evitar y mitigar las crisis de la deuda.
La gestión eficaz de la deuda también es fundamental para la aplicación efectiva de las medidas de financiación de emergencia y moratoria de la deuda adoptadas por la comunidad internacional como respuesta a la crisis de COVID-19. Las comunicaciones en respuesta a la emergencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y los Bancos de Desarrollo Regionales están destinadas a ayudar a los países a mantener la sostenibilidad de la deuda y a permitir que los países dediquen los recursos disponibles para aumentar el gasto social, sanitario o económico en respuesta a la crisis. Además de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda del G20 para los países más pobres, acordada el 15 de abril, y el anuncio del FMI de que cancelará los pagos del servicio de la deuda que le deben las 25 economías en desarrollo más pobres durante los próximos seis meses del 13 de abril, hay iniciativas de alivio de la deuda más sustantivas, incluida la participación de acreedores privados. La implementación efectiva y oportuna de medidas ya acordadas y futuras dependerá de la disponibilidad de información completa, precisa y oportuna sobre la deuda pública. Los países en desarrollo necesitan poder acceder a bases de datos de deuda pública completas y confiables y tener la capacidad de informar de manera efectiva de acuerdo con las normas internacionales. También deben poder registrar, procesar e informar los resultados de la reestructuración de la deuda y eventuales medidas de alivio.
Actualmente poder cumplir con estos requisitos est dificil ya que, muchos países en desarrollo y en transición carecen de la capacidad humana y técnica adecuada para manejar los recursos públicos y pasivos de manera efectiva. Los gobiernos hacen esfuerzos para establecer bases de datos de deuda confiables y completas y con informes de alta calidad. Frente a carteras de deuda cada vez más complejas, las debilidades en los marcos legales e institucionales, las insuficiencias en la dotación de personal, las capacidades y los sistemas (informáticos) son desafíos serios que socavan su capacidad para garantizar la disponibilidad de datos de deuda de alta calidad para fines operativos, monitoreo, análisis, políticas y toma de decisiones. En el contexto de COVID-19, estos desafíos se ven agravados por las circunstancias excepcionales actuales en las que muchos países han cerrado total o parcialmente las oficinas de gobierno, incluyendo oficinas de deuda con una capacidad limitada para trabajar de forma remota.
El Programa del Sistema de Gestión y Análisis de la Deuda (SIGADE) de la UNCTAD brinda a los países en desarrollo un apoyo continuo para mejorar su capacidad para enfrentar los desafíos socioeconómicos resultantes de la pandemia de COVID-19.
Se ofrece soporte continuo a través del servicio de asistencia y de asesoramiento (DMFAS Helpdesk) del Programa, el cual brinda directivas para garantizar la precisión e integridad de los registros de deuda pública y la presentación de informes exhaustivos y oportunos.
Muchos países que utilizan el SIGADE ya han cerrado total o parcialmente sus oficinas de gestión de la deuda. En algunos países, el acceso remoto a la base de datos del SIGADE (software basado en la web) se ha implementado con el apoyo del Programa. También se ofrece asesoramiento y apoyo técnico para la reestructuración y alivio de la deuda, incluyendo la preparación de la información necesaria para la toma de decisiones y para aplicar los resultados del proceso a la base de datos. El software está adaptado para adaptar mecanismos de financiamiento innovadores para reforzar las finanzas públicas y privadas, y los países reciben apoyo y desarrollo de capacidades al utilizar esta nueva funcionalidad. El objetivo es ayudar a los países a garantizar la precisión e integridad de sus registros de deuda pública y la transparencia de la información requerida. El programa también ofrece a los países material de aprendizaje en línea y tutoriales.
Para obtener más información sobre el apoyo del SIGADE durante la crisis de COVID-19 disponible aquí.